Usted está aquí: miércoles 12 de noviembre de 2008 Política Beltrones y Creel se pronuncian por restructurar a fondo Gobernación

■ Debe tener instrumentos más poderosos para atacar al crimen organizado, coinciden

Beltrones y Creel se pronuncian por restructurar a fondo Gobernación

■ Para el priísta, el titular debe ser “jefe de gabinete”; el panista plantea crear un ministerio del interior

Víctor Ballinas y Andrea Becerril

Ampliar la imagen El patriarca ortodoxo Antonio Chedraoui; la secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota; el líder de la fracción parlamentaria del PRI en el Senado de la República, Manlio Fabio Beltrones, y el empresario Roberto González, durante una comida organizada por la revista 300 líderes El patriarca ortodoxo Antonio Chedraoui; la secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota; el líder de la fracción parlamentaria del PRI en el Senado de la República, Manlio Fabio Beltrones, y el empresario Roberto González, durante una comida organizada por la revista 300 líderes Foto: José Antonio López

Los senadores Manlio Fabio Beltrones y Santiago Creel coincidieron en señalar que es urgente restructurar la Secretaría de Gobernación “para que se le otorguen facultades y competencias que hoy no tiene”.

El primero, líder de los senadores del PRI, insistió en que es necesario que el titular de esa dependencia se convierta en una especie de “jefe de gabinete”, mientras el segundo, destacado panista y ex inquilino del Palacio de Covián durante el foxismo, propone que se convierta en un “ministerio del interior”, con las facultades que posee tal estructura en otros países.

Beltrones, presidente de la Junta de Coordinación Política, planteó: “La Secretaría de Gobernación debe tener una restructuración a fondo para que cumpla de mejor manera las tareas que tiene encomendadas”.

Resaltó que “si se va a hacer cargo de presentarnos cuentas a los mexicanos del combate eficaz a la delincuencia organizada y al narcotráfico, es importante que tenga mejores instrumentos a su alcance para poder atacar esos problemas”.

Exlicó que es indispensable que “si la Secretaría de Gobernación se va a encargar de dar seguimiento puntual a los compromisos que establezcamos las fuerzas políticas para avanzar en la construcción de acuerdos, debe tener también instrumentos eficaces para lograrlo. Esto tocará decidirlo al gobierno en turno”.

Los priístas, abundó, “seguimos insistiendo –yo muy particularmente– en la propuesta que surge de la mesa sobre la reforma del Estado: que el titular de la dependencia debería transformarse en un verdadero jefe de gabinete que sea nombrado por el Presidente de la República y ratificado por el Congreso de la Unión, de tal suerte que desde ahí se construya, de manera institucional, la primera mayoría alrededor de una gobernanza eficaz. Pero eso es un planteamiento que surge de un partido político”.

A su vez, Santiago Creel, ex responsable de la política interior, manifestó: “Coincido plenamente en que la Secretaría de Gobernación tiene que ser una instancia con funciones claramente definidas, alcances y responsabilidades que estén soportados por facultades y competencias que actualmente no tiene”.

Recordó que en las discusiones sobre la reforma del Estado “se planteó la figura de jefe de gabinete. Ahora, teniendo el problema de la seguridad como tema central, valdría la pena repensar las cosas en una secretaría que permita tener los controles de mando, la unificación de mandos, poder realizar los trabajos de gestión de manera coordinada. Podría ser una secretaría del interior”.

Refirió que en el mandato de Vicente Fox se planteó que Gobernación se transformara en un ministerio del interior que podría operar con mucho mayor eficacia desde el punto de vista de la seguridad pública, “y luego valdría la pena pensar qué se hace con la parte política”.

Y añadió: “Estamos viviendo hoy circunstancias muy distintas bajo las cuales se diseñaron los controles, facultades y competencias de esa dependencia, inclusive diferentes a las del año 2000, cuando se separaron el área de seguridad pública y el sistema de readaptación social”.

Consideró que es momento de ver “si las funciones de seguridad y las políticas respectivas son compatibles, o si no hemos creado un sistema que dispersa y diluye. Precisamente en aras de tratar de crear equilibrios tenemos un sistema de seguridad pública muy disperso. Por ejemplo: la inteligencia civil está en Gobernación; la policía, en la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), y las aduanas, en Hacienda, al igual que el sistema de inteligencia en materia de lavado de dinero.

“El combate frontal y directo al crimen organizado en la modalidad de narcotráfico lo hacen, de manera prioritaria, las fuerzas armadas, pero también la Procuraduría General de la República y en ocasiones la SSP. Gobernación tiene migración y protección civil; hay que analizar esta dispersión y ver la enorme dificultad que plantea la coordinación de esfuerzos en materia de seguridad pública”.

 
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