■ La información del accidente en el sumergible fue dada con celeridad
Falla en el sistema de extinción de incendios provoca tragedia en submarino atómico ruso
Moscú, 9 de noviembre. La aspiración de gas freón, que se desprendió en grandes cantidades anoche al activarse de manera accidental el sistema de extinción de incendios en un submarino atómico ruso, ocasionó la muerte de tres miembros de la tripulación y 17 civiles, ingenieros y técnicos de los astilleros en que se construyó.
El sumergible, tras suspender su travesía por el Mar de Japón, arribó este domingo a la base naval de Vladivostok, extremo oriente de Rusia, sede de la Flota del Pacífico.
Vladimir Markin, vocero del Comité de Investigaciones, dependiente de la procuraduría de Rusia, basándose en los resultados de los primeros peritajes realizados, excluyó que la muerte de las 20 personas se haya podido deber a otra causa.
De su lado, el capitán Igor Dygalo, ayudante del comandante en jefe de la Armada rusa, informó que hay 21 heridos, los cuales “ya están recibiendo atención médica calificada en hospitales”, y reiteró que “el reactor nuclear, que se encuentra en la zona de popa, funciona con normalidad y no existe ningún riesgo de contaminación radiactiva”, dado que el accidente ocurrió en la proa.
A diferencia de la tardanza y contradicciones que caracterizaron la información oficial sobre la tragedia del submarino nuclear Kursk, que se hundió en el Mar de Barents el 12 de agosto de 2000 con 118 tripulantes a bordo, los cuales murieron todos, esta vez se difundió de inmediato la noticia del accidente.
La celeridad, sin embargo, no se acompañó de detalles importantes como el nombre y el tipo del submarino, aunque se dijo que la nave se encontraba “en fase de pruebas, previa a su entrada en servicio regular” y que llevaba a bordo 208 personas, de ellas, 81 tripulantes y, el resto, civiles.
Con estos datos los expertos no tardaron en concluir que el accidente sucedió en el submarino atómico Nerpa, del tipo Tiburón-2, según la clasificación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Para Mijail Voitenko, director del Boletín Marítimo, página web del segmento ruso de Internet, todo parece indicar que se accidentó un submarino construido en los astilleros de Komsomolsk en el Amur para la Armada de India.
De acuerdo con la información de que dispone Voitenko, al concluir la fase de pruebas, el Nerpa cambiaría de nombre a INS Chakra y, a más tardar en 2009, sería entregado a India en calidad de arrendamiento con opción de compra, en cumplimiento de un contrato firmado hace cuatro años por un valor de 650 millones de dólares.
No es claro si a bordo del Nerpa había marinos indios, pero no sería descabellado suponerlo. El pasado 2 de noviembre Indo-Asian News Service (IANS), agencia noticiosa con sede en Nueva Delhi, citando a un alto oficial de la Armada de ese país que pidió no ser identificado, reveló que un grupo de 40 marinos, miembros de la futura tripulación del INS Chakra, viajaron a Vladivostok para recibir entrenamiento este mes a bordo de ese sumergible durante unas pruebas en el Mar de Japón.
Asegura IANS que desde hace algún tiempo tres tripulaciones indias del submarino nuclear se preparan en Sosnoby Bor, centro de adiestramiento de la Armada rusa, cerca de San Petersburgo.
Por restricciones internacionales en materia de proliferación de este tipo de armamento, el submarino arrendado a Rusia no estará dotado de misiles crucero de largo alcance, aunque –según las fuentes de IANS– nada impide que, más tarde, India instale esa clase de misiles de fabricación propia.