■ Reforma integral del FMI y el BM para evitar una depresión mundial, plantea
Sugiere el G-20 a gobiernos tomar medidas anticíclicas para afrontar la actual crisis
Ampliar la imagen Imagen de los ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales que participaron en la reunión del G-20 que se celebró en Sao Paulo, Brasil, entre los cuales se cuentan el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick; el presidente de la Reserva Federal estadunidense, Paul Bernanke, y el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Foto: Ap
Sao Paulo, 9 de noviembre. El Grupo de los 20 (G-20), que reúne a las mayores economías del mundo y de las naciones emergentes, llamó a realizar una reforma integral de las instituciones de Bretton Woods, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), para evitar que la actual crisis genere una depresión mundial. También sugirió a los gobiernos incrementar inversiones y recortar impuestos para incentivar las economías.
Los ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales coincidieron en la necesidad de tomar medidas en conjunto para afrontar la crisis financiera. Evitaron, sin embargo, delinear acciones concretas para afrontarla, pues las mismas se acordarán durante un encuentro del G-20 en Washington y podrían emerger dos o tres meses después.
El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, declaró al término de la reunión anual del G-20 en Sao Paulo, que los detalles de esa acción no habían sido finalizados y que no hubo acuerdo sobre las propuestas para aumentar la regulación de los mercados financieros. “Existe consenso de que necesitamos una acción coordinada para hacer frente a la crisis”, aclaró Mantega en conferencia de prensa.
El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, defendió la “modernización” de las instituciones económicas multilaterales para aumentar el peso de países emergentes y hacer frente a la grave crisis financiera internacional.
El mundo ofrece una imagen “gris” a causa de la circunstancia económico financiera que se vive, especialmente en los países emergentes, pero la situación no “está yendo tan mal”, aseguró el titular del FMI, Dominique Strauss-Kahn, en una conferencia ofrecida al final de la reunión.
Indicó que las discusiones fueron dominadas por la brusca revisión de las previsiones de crecimiento mundial. “Por primera vez desde el fin de la segunda Guerra Mundial tenemos una previsión negativa sobre el crecimiento de las economías avanzadas”, afirmó.
Las autoridades del G-20 discutieron la eventual reorganización del sistema financiero y de entidades como el FMI y el BM, los cuales para varios países perdieron capacidad de operación.
Los miembros del bloque acordaron también en Sao Paulo que los países deben tomar medidas “anticíclicas” para afrontar la crisis, como aumentar las inversiones del Estado y el recorte de impuestos para incentivar la economía.
Las naciones requieren además, de acuerdo con las conclusiones de la cita, fomentar una mayor regulación de los flujos financieros, sobre todo los derivados de las actividades de instituciones de inversión.
Strauss-Kahn acotó: “todavía hay algunos importantes riesgos relacionados con la falta de capital en los mercados emergentes, la imagen general es bastante gris”, admitió. Sin embargo, añadió que los ministros de economía y presidentes de bancos centrales que participaron de la reunión no están en pánico.