El silencio de Don Quijote ante la burla
Guanajuato, Gto., 6 de noviembre. El Quijote es una obra de extraordinaria complejidad y densidad semántica porque así lo quiso Miguel de Cervantes, y además constituye una magistral metáfora de la vida humana, explicó Jaime Fernández, catedrático de la Universidad Sophia de Tokio.
En su intervención en el contexto de la versión 19 del Coloquio Cervantino Internacional, Fernández habló sobre Don Quijote: los matices del silencio ante la burla.
El experto describió al paradigmático personaje, cuyo perfil ronda entre el humor, el encantamiento, la locura y la verdad. Además, “la importancia del silencio en El Quijote ha sido ya puesta de manifiesto por muchos cervantistas.
“Lo que realmente me interesa en la obra es el silencio de don Quijote o, en otras palabras, el dominio de sí o la prudencia o quizá cierto temor que el hidalgo tiene, sobre todo en la segunda parte, ante la burla que los demás personajes de la novela intentan o consiguen hacerle.”
Tal silencio, abundó, podría resumirse en la definición que del mismo dio Jean Limoges: “Silencio es el descanso de los labios porque el corazón está ocupado”.