■ Demandan al gobierno estatal firmar acuerdo para fideicomiso
Exigen indígenas mixtecos defraudados apoyo para recuperar sus ahorros
Oaxaca, Oax., 6 de noviembre. Alrededor de mil indígenas mixtecos, defraudados desde hace dos años por la caja de ahorro Sacriputla, se manifestaron este jueves en la capital de Oaxaca para exigir a la administración estatal que encabeza el gobernador Ulises Ruiz Ortiz la firma de un convenio por el cual, mediante un fideicomiso, puedan recuperar parte de sus ahorros perdidos.
Los inconformes, oriundos de comunidades de los municipios de Santiago Juxtlahuaca, Putla de Guerrero y Tlaxiaco, arribaron al filo de las 7 de la mañana a la glorieta Lázaro Cárdenas, sobre el Periférico de la capital, y a partir de ahí, alrededor de las 9 horas, avanzaron hasta la carretera Internacional Cristóbal Colón, con rumbo hacia la Ciudad Administrativa, ubicada en inmediaciones del municipio conurbado de Tlalixtac de Cabrera, donde se instalaron en plantón.
Una vez reunidos ahí, exigieron al gobierno estatal que firme un acuerdo de colaboración con las autoridades federales, que han manifestado a los defraudados su disposición de aportar un fondo de 60 millones de pesos para cubrir parte de los 150 millones que les fueron robados en mayo de 2006.
La única condicionante de esta aportación del gobierno federal, aseguraron los defraudados, es el compromiso del gobierno estatal de aportar un fondo de 30 millones de pesos, para sumar un total de 90 millones que serán destinados a los afectados, habitantes de la Sierra Sur del estado.
“No es un pago, sino una ayuda”
Uno de los dirigentes de los defraudados, Federico Aguilar, originario de Putla de Guerrero, aseguró que el dueño de la caja Sacriputla, el militante priísta Juan Feria, se quedó con unos 300 millones de pesos que fueron depositados en el organismo por unos mil 800 ahorradores, capital que en su mayoría era dinero enviado originalmente por migrantes avecindados en Estados Unidos, familiares de los ahora defraudados.
Sostuvo que “se sabe que Feria financió campañas de candidatos priístas” a diputaciones federales y estatales. “Su misma gente lo ha dicho, que dio dinero para las campañas supuestamente en préstamo, pero (el PRI) nunca le devolvió algo”, comentó.
Por su parte, Demetrio Rojas, operador de la Secretaría General de Gobierno estatal, quien fue nombrado mediador del caso, dijo que la solución a las exigencias de los indígenas se hallan en trámite, si bien depende de una autorización emitida por la Cámara de Diputados federal, y lo que se les va a dar “no es un pago, sino una ayuda”, porque el problema se originó entre particulares y no es competencia del gobierno.
La movilización provocó un gran caos vial en la zona oriente de la ciudad, debido a que comenzó justamente a la hora en que los capitalinos salen de sus casas para llevar a sus hijos a las escuelas o para ir al trabajo. Muchas personas llegaron retrasadas a sus empleos, a pesar de que circularon en sentido contrario por diversas vías.
Por la noche, alrededor de las 19 horas, los manifestantes dejaron su movilización en la Ciudad Administrativa y se dirigieron al zócalo de la capital oaxaqueña, donde se instalaron en un plantón que sólo concluirán –advirtieron– hasta que su petición de apoyo sea satisfecha. Ya en el zócalo, fueron rodeados por policías estatales, mismos que, a decir de los inconformes, los hostigaron para que cesaran su protesta.