Usted está aquí: viernes 7 de noviembre de 2008 Mundo Se abre la posibilidad de un levantamiento gradual del bloqueo, dice politólogo cubano

■ Dependerá del rediseño de la política de Washington hacia AL

Se abre la posibilidad de un levantamiento gradual del bloqueo, dice politólogo cubano

Gerardo Arreola (Corresponsal)

La Habana, 6 de noviembre. Barack Obama podría abrir un “proceso de transición”, en ruta hacia un gradual levantamiento del bloqueo económico a Cuba, pero la posición hacia la isla dependerá del rediseño de la política de Washington en América Latina, dijo a La Jornada el politólogo cubano Rafael Hernández.

Profesor universitario y director de la revista Temas de ciencias sociales, Hernández señaló que esperaba del nuevo jefe de la Casa Blanca, como mínimo, la prometida liberación de remesas y viajes de los emigrados, y que más tarde Obama pudiera abstenerse de vetar una eventual iniciativa del Congreso –como las que se han presentado en años recientes– para levantar las restricciones a las visitas de los estadunidenses a Cuba.

Como candidato, Obama ofreció eliminar las normas que ahora limitan el envío de remesas a la isla sólo a la familia directa, con un máximo de 100 dólares mensuales y reducen los viajes a uno cada tres años, con un tope de gasto individual de 50 dólares diarios.

En los últimos años el Congreso ha logrado aprobar por mayoría el reconocimiento del libre derecho de los estadunidenses a viajar a Cuba, pero el acuerdo no se ha hecho efectivo por las advertencias de veto del presidente George W. Bush.

Si Obama cumple su promesa y refrenda una posible liberación de viajes de los estadunidenses, “la relación se va a modificar, va a entrar en un proceso de transición, en cuyo final estaría el levantamiento del bloqueo, quizá no de golpe, pero sí por partes”, estimó Hernández.

“La existencia de un equipo de política exterior como el que puede esperarse, va a permitir que aparezcan nuevas alternativas, nuevas propuestas, que den lugar al menos al inicio de un diálogo diplomático detrás de las bambalinas, pero al fin de cuentas un diálogo”, añadió el especialista.

Hernández consideró que la posición hacia Cuba en el nuevo gobierno sería parte de un rediseño de la política hacia América Latina, un desafío que “está colocado bajo signos de interrogación, aún por parte de aquellos que esperaban que (Obama) ganara”.

La agenda regional incluye temas “duros y difíciles” (migración, narcotráfico, seguridad hemisférica, libre comercio) y un “tópico como el de Cuba, que no es nada más un asunto pendiente de la guerra fría”, sino también pendiente de una reformulación de política hacia el área, subrayó.

Hernández enlistó una potencial “agenda de transición”, integrada por asuntos susceptibles de ir a una mesa entre Washington y La Habana: cooperación en la lucha antinarcóticos, protección del medio ambiente en el Estrecho de Florida, operaciones conjuntas de rescate y salvamento en la navegación aérea y naval y facilidades para el intercambio académico y cultural, “pasos que esa administración podría dar aún sin levantar el bloqueo”.

“Antes de llegar al bloqueo o a la base naval de Guantánamo, o a la compensación por las propiedades nacionalizadas, es decir a los temas duros, podría avanzarse en esa agenda de transición”.

Consultado sobre si hallaba un paralelismo entre la era Obama con la presidencia de Jimmy Carter (1977-1981), Hernández apuntó: “El mundo es otro, pero en algún sentido análogo, Cuba en la época de Carter fue un tópico en la agenda interhemisférica de Estados Unidos, igual que el Canal de Panamá. Eran los dos test cases. Ya el Canal de Panamá se resolvió y Cuba se mantiene pendiente. En este momento Cuba sería un tema más regional todavía: ahora tiene más estrechas relaciones y un mejor entendimiento con el hemisferio que en aquella época”.

 
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