Usted está aquí: viernes 7 de noviembre de 2008 Política Hallan la segunda caja negra del Learjet 45 siniestrado

■ Podrá conocerse la conversación en cabina entre piloto y copiloto

Hallan la segunda caja negra del Learjet 45 siniestrado

■ Fueron enviadas a un laboratorio de la NTSB estadunidense

Miriam Posada y Roberto González

Personal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) encontró una segunda caja negra del Learjet 45 en el que murió el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, que contiene la grabación del diálogo en cabina entre piloto y copiloto. Las dos grabaciones fueron enviadas a un laboratorio de la National Transportation Safety Board (NTSB), en Washington, y los resultados estarán listos en cuatro o cinco días y se harán públicos, ofreció el titular de la dependencia, Luis Téllez Kuenzler.

Enfatizó que no se esperaba que hubiera una segunda caja, por lo que al tener las grabaciones de los datos técnicos del vuelo y de las conversaciones de la tripulación en cabina será posible tener información detallada sobre lo que ocurrió en los últimos segundos del vuelo de la que sería única aeronave en su tipo al servicio del gobierno federal.

Téllez destacó que en la zona donde cayó el avión trabajan expertos mexicanos en aeronáutica y tres equipos extranjeros: dos estadunidenses de la NTSB y de la Federal Aviation Administration, y uno de la Air Accidental Branch, del Reino Unido, así como técnicos de la empresa fabricante de la nave y de Honeywell, donde se producen las turbinas que llevaba el aparato.

En la tercera comparecencia ante la prensa desde que ocurrió el percance en que perdieron la vida nueve funcionarios y, hasta ahora, cinco personas que estaban en el sitio del siniestro, Luis Téllez mantuvo la hipótesis de que “no hay nada que indique que esto no fue un accidente”.

No descartar hipótesis, plantea

En cambio, el director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, Gilberto López Meyer, expuso que la información disponible hasta ahora arroja que el avión tenía plena normalidad en su vuelo en todas las variables conocidas hasta el momento en que se perdió la comunicación, “y pocos segundos antes del accidente algo sucedió que alteró sustancialmente las características del vuelo de la aeronave y eso condujo a la caída”.

Lo que se investiga, agregó, es si el avión se desplomó, si tuvo una barrena o un problema de controles de vuelo. Hasta este punto va la investigación, un proceso que, explicó, debe avanzar gradualmente, y en la medida en que se obtengan evidencias se confirmará, reafirmará o descartará alguna hipótesis.

Por lo mismo, indicó, en este momento no se puede descartar ninguna línea de investigación, entre las que figura la posibilidad de un error humano o alguna falla provocada por la estela de turbulencia que dejó el Boeing 767, una aeronave de las más grandes usadas en la aviación comercial, que, procedente de Buenos Aires, venía en ruta para aterrizar antes, así como la posibilidad de alguna falla técnica.

Una de las novedades anunciadas en el segundo día de investigación es que el Learjet 45 siniestrado estaba equipado con dos cajas negras, dispositivos en los que quedan grabados los datos técnicos del vuelo y las conversaciones entre piloto y copiloto.

Por tratarse de un avión de uso oficial, la regulación no obliga a que tenga las dos cajas negras, que son obligatorias en la la aviación comercial. El miércoles se dijo que el aparato sólo tenía la caja que graba los datos técnicos del vuelo.

Téllez informó que el miércoles, hacia las 18 horas, fue encontrada la segunda caja deteriorada por el impacto y las llamas que, de acuerdo con el funcionario, no dañaron la cinta y será posible conocer las conversaciones entre la tripulación desde que la nave salió de San Luis Potosí hasta que se accidentó.

Las dos grabaciones fueron llevadas el miércoles por la noche en un avión oficial del gobierno mexicano al laboratorio de la NTSB en Washington. Téllez destacó la colaboración del gobierno estadunidense, que dio prioridad al análisis de esos dispositivos. Incluso, mencionó, el avión en que viajaron un oficial de la Fuerza Aérea Mexicana, uno de la Procuraduría General de la República y dos de la Dirección General de Aeronáutica Civil tuvo permiso especial del gobierno estadunidense para sobrevolar el espacio aéreo de ese país y aterrizar en el aeropuerto Ronald Reagan, de Washington, destinado sólo a vuelos nacionales y que carece de puesto de migración.

La incorporación de extranjeros dará credibilidad a las pesquisas

En la conferencia de prensa estuvo Jeff Galvin, agregado adjunto de prensa de la embajada de Estados Unidos en México, quien destacó la transparencia con que el gobierno mexicano está desarrollando la investigación del percance, y dio cuenta del trabajo que expertos de su país realizan tanto sobre el terreno del impacto como en los laboratorios en Washington.

Téllez explicó que la decisión de incorporar expertos extranjeros a la investigación tiene que ver con cuestiones de “credibilidad e independencia”, y también con el hecho de que la NTSB ha analizado más de 2 mil accidentes aéreos en Estados Unidos y sus ingenieros son los más experimentados en esas pesquisas.

Gilberto López Meyer detalló que la estrategia a seguir para determinar las causas del percance se basa en un protocolo internacional que estandariza los procesos de investigación de accidentes de aviación en el mundo. Para tal efecto se formaron seis grupos: uno analizará los exámenes sicofísicos realizados en meses y años anteriores a los pilotos, entrevistará a testigos presenciales del accidente y a personas que hayan tenido contacto con los pilotos en horas y días previos al percance, además de analizar su entorno laboral y familiar.

El segundo trabajará en la interpretación de la información que arrojen las grabaciones de voz y datos del vuelo, así como de la trayectoria que siguió la aeronave, manuales de operación, plan de vuelo y la última documentación de carga de combustible, “elemento muy importante en todo el proceso de investigación; ya se tiene la documentación y se tomaron muestras de los mismos tanques de combustible de donde se hizo la última carga”.

El tercer equipo está a cargo del historial de mantenimiento de la aeronave; el cuarto revisará las condiciones meteorológicas del día del accidente. Otro realizará exámenes de medicina forense, analizará muestras de ADN y practicará exámenes toxicológicos a los restos de las personas que viajaban en el avión, en particular a los pilotos.

El sexto grupo verificará todas las comunicaciones que se dieron entre los servicios de tránsito aéreo desde que el aparato despegó en San Luis Potosí hasta que se perdió contacto con él en la ciudad de México.

Téllez informó que los restos de la aeronave están siendo recuperados para reconstruir el aparato en un sitio esterilizado y resguardado por la Policía Federal Preventiva.

Adicionalmente, se elabora un mapa digital del área del accidente que incorpora información fotográfica especializada y una medición con sistemas de localización satelital de alta precisión para determinar la posición exacta de cada uno de los restos, que servirá para estudiar las trayectorias finales de la aeronave hasta instantes antes del impacto.

 
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