■ Las canciones llevan una sonoridad cercana a la música de cámara, señala el intérprete
Kóminik dota de aires barrocos temas emblemáticos de José Alfredo Jiménez
■ Me interesa la lectura histórica que en la actualidad se está haciendo de los iconos musicales, explica el cantante
■ Presentará hoy su espectáculo de teatro-cabaret en El Vicio
Ampliar la imagen Canciones populares, acompañadas de una sonoridad cercana a la música de cámara, sin perder su emotividad y conexión con el público, así definió Pedro Kóminik el repertorio que presentará en el foro de Coyoacán, hoy por la noche Foto: José Carlo González
Canciones de cantina, de renuncia y amor eterno del compositor mexicano por antonomasia, José Alfredo Jiménez, ahora se escucharán –esta noche– bajo el concepto de teatro-cabaret, en la voz peculiar de Pedro Kóminik, en El Vicio, de Coyoacán (Madrid 13).
Es el trabajo número 53 de Kóminik, cargado de emotividad y pasión, titulado José Alfredo en el aire. “Son las canciones de este músico popular, pero ahora acompañado de una sonoridad cercana a la música de cámara, aunque sin perder su emotividad y conexión con el público.”
Mediante guitarras clásicas, Kóminik utiliza el suave registro del compositor para obtener interpretaciones diáfanas que permiten rencontrar los valores de gran lírica y sensibilidad. “Es José Alfredo, pero ahora con aires barrocos, de Bach, bossa nova, flamenco y minimalismo, que transforman temas emblemáticos, como Amanecí en tus brazos, Serenata huasteca o Un mundo raro.”
Paralelismos
Kóminik ha destacado en el jazz y en la world music. Dijo: “Mi conexión con José Alfredo es inusual, por mi trabajo en el cabaret. Ya tenía un par de años trabajando la idea, pero no había aterrizado la sonoridad.
“En mi disco anterior, Quizás, encontré mi clic, que fue con Si nos dejan, el cual relaciono con Edith Piaf. Puede parecer muy dispar, pero a mí lo que me interesa es lo que se está haciendo con la música de Piaf ahora, en esta como tradición de lectura histórica de los iconos musicales.
“Con la reciente película se recordó mucho a Piaf, pero lo mío es de más atrás. Lo que me llevó a conectarlos es que la música de Piaf surgió de la calle. Es música que se hizo en cantinas, en burdeles; la madre de la Piaf era madrota, y su abuela también, en medio de este asunto de la entreguerra; es música que se hizo en la calle, en la banqueta; es la música del pueblo, para toda esa gente que venía del campo para la ciudad, por la hambruna de la Primera Guerra Mundial.
“Los franceses han redimensionado a Piaf y le han dado este peso de música para orquesta, de música sinfónica, para gran concierto, pero que es emanada de la calle. De repente eché mucho de menos que no hagamos lo mismo con un compositor tan icónico.
Diferencias con Lara
“Recientemente hubo una valoración sobre Agustín Lara, quien me parece un compositor brillantísimo, pero él sí tenía conciencia de estar haciendo la gran música mexicana de su momento. Componía para las grandes voces, y sus partituras son como más determinadas. Sobre José Alfredo encontré que tenía este paralelismo con la música de Edith Piaf.
“La música de José Alfredo también fue hecha mucho más en la cantina, no en el arrabal, sino en un espacio no tan pretencioso. Ésa es la diferencia con Lara, quien se compró la etiqueta. José Alfredo no. Lo poco que José Alfredo supervisó en partitura –aunque no sabía música y le ayudaba Rubén Fuentes– es más generoso y está más abierto a la reinterpretación. “El abandono, central en la obra de Piaf en términos de poesía, también es un motivo central en José Alfredo. Tengo esa obsesión.”
Acompañarán a Kóminik Hugo Herrera y Guillermo González en las guitarras. Reservaciones 5659-1139. Cóver 150 pesos.