■ Se mostrará en el nuevo Museo de la Acrópolis
El Vaticano presta a Grecia un fragmento de mármol del Partenón
Atenas, 5 de noviembre. El Vaticano devolvió hoy a Grecia, en calidad de préstamo, un fragmento de mármol del Partenón, el célebre templo de la Acrópolis construido hace unos 2 mil 500 años, cuyas piezas faltantes, durante décadas, han sido exigidas por ese país.
“Este gesto sienta un ejemplo para que otros lo sigan y se restaure por fin la unidad de los mármoles del Partenón”, manifestó el ministro de Cultura griego, Michalis Liapis, durante un acto efectuado en el nuevo Museo de la Acrópolis.
Este fragmento de la cabeza de un hombre joven, que forma parte de una decoración esculpida en la cual se muestra una procesión religiosa en honor de la diosa griega Atenea, se rompió aparentemente durante un sitio veneciano en 1687, lo que ocasionó graves daños al Partenón.
Fue comprado por el cónsul británico en Sicilia a principios del siglo XIX y obsequiado por su esposa al Vaticano en 1804, indicó el Ministerio de Cultura.
Grecia intentaba obtener la devolución desde 1990, sin embargo no se precisó la duración del préstamo del fragmento.
Este trozo de 24 x 25 centímetros, que hasta ahora se conservaba en el Museo Gregoriano Etrusco del Vaticano, es uno de los tres antiguos fragmentos griegos de la colección del Estado pontificio. No quedó claro si los otros dos serían entregados a Grecia.
Durante los años recientes, las autoridades griegas han intensificado esfuerzos para exigir la devolución de otras piezas faltantes del Partenón, así como de antigüedades que se encuentran en museos extranjeros y en colecciones privadas, luego de haber sido sacadas de contrabando del país.
Infructuosas gestiones
En septiembre pasado, Italia devolvió a Grecia un fragmento de mármol de una estatua de la diosa de la caza, Artemisa, que había desaparecido hacía casi 200 años.
La mayor colección de fragmentos del Partenón que faltan fue sacada en el siglo XIX por Lord Elgin, embajador británico ante el Imperio Otomano que ocupaba Grecia en esa época, y con el tiempo vendida al Museo Británico de Londres.
El gobierno de Grecia ha intentado durante muchos años, sin resultado, convencer a ese recinto británico de que le devuelva tan valiosa colección.