■ Son “muy pocas” las que quedan embarazadas luego de ser vejadas, alega la directora

Instituto de la Mujer de Guanajuato rechaza el aborto, aun por violación

■ También se opone a interrumpir la gestación aunque se ponga en peligro la vida de la madre

■ Apoya la iniciativa del blanquiazul y dice que la despenalización es una visión “reduccionista”

Carlos García (Corresponsal)

León, Gto., 5 de noviembre. El Instituto de la Mujer del Estado de Guanajuato (Imug) está en contra del aborto, aunque el embarazo sea consecuencia de una violación, porque “resolver con violencia un hecho que de origen es violento es mucho peor”, afirmó la responsable de la institución, Luz María Ramírez Villalpando, quien agregó: “Yo mejor rodearía a esa mujer de cuidados y apoyo sicológico”.

Sostuvo que el índice de mujeres que después de ser violadas quedan embarazadas “es muy bajo”, pues “hay una situación propia de defensa del propio cuerpo, donde el pH funge como espermaticida. Por la agresión que está recibiendo, se vuelve ácido, tan ácido”.

La directora del Imug explicó en entrevista colectiva que cuando una mujer “no tiene suerte” y queda embarazada, “se inicia una vida nueva con un origen no tan afortunado, pero que no tiene ninguna responsabilidad sobre lo que le dio origen, y tiene un origen natural”, argumentó Luz María Ramírez, quien es cuñada del secretario de Gobierno, Gerardo Mosqueda.

Aunque el Código Penal de Guanajuato no castiga a las mujeres que abortan en caso de violación, el Instituto de la Mujer no avala esta práctica.

“Resolver con violencia un hecho que de origen es violento es mucho peor. Cuando resuelves con violencia eso es mucho más agresivo para la mujer, es una doble agresión; yo más bien rodearía a esa mujer de cuidados”, comentó.

Apoya propuesta panista en favor de la penalización

Las autoridades deben ayudar a la mujer durante todo un embarazo producto de violación, porque “esa vida que está ahí es tan valiosa como la de cualquier otra persona”, consideró.

Tampoco se debe interrumpir la gestación aun cuando el embarazo ponga en riesgo la vida de la madre. “Hay que acudir a la bioética y a la tecnología, porque no son las mismas condiciones de antes. Ahora hay muchísimos adelantos para salvar las dos vidas”, señaló.

Se le comentó que en Guanajuato hay mujeres que luchan para que se despenalice el aborto y se garantice su derecho a decidir, lo que Ramírez Villalpando consideró una “situación reduccionista. No comparto esa visión (…) Yo siempre me inclinaré por apoyar a esa mujer (embarazada por una violación), por ayudarla a tomar una decisión que no sea a corto plazo, sino que la vea a largo plazo y vea realmente que le va a beneficiar a ella y a esta criatura”.

Interrogada sobre las dos iniciativas de ley sobre el aborto que se discuten en el Congreso estatal, Luz María Ramírez dijo: “Estamos con la postura de la iniciativa del Partido Acción Nacional (PAN). Tenemos un gobierno que está legalmente constituido, que ganó las elecciones con toda la transparencia, y nosotros (en el Imug) vamos por la vida”.

Las comisiones de Gobernación y de Justicia del Congreso de Guanajuato analizan actualmente dos iniciativas, una por la despenalización del aborto y otra en contra.

El 2 de octubre la fracción parlamentaria del PAN sacó de la congeladora legislativa su iniciativa para “garantizar el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural”, conocida como ley antiaborto.

Con esta propuesta, el blanquiazul pretende modificar el artículo primero de la Constitución de Guanajuato para señalar: “Persona es todo ser humano desde su concepción hasta su muerte natural. El Estado le garantizará el pleno goce y ejercicio de todos sus derechos”.

El 9 de octubre la fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) presentó al pleno del Congreso la iniciativa para legalizar el aborto en la entidad. El sol azteca propone modificar el Código Penal de Guanajuato para permitir el aborto cuando la vida de la madre corra peligro, si el producto padece malformaciones genéticas o congénitas, y para despenalizarlo en caso de violación.