Usted está aquí: jueves 6 de noviembre de 2008 Mundo Amanece EU como una nación diferente; miles repiten “nunca pensé ver esto”

■ Se lleva 95% del voto afroestadunidense; 67% del latino y 62% del asiático: encuestas

Amanece EU como una nación diferente; miles repiten “nunca pensé ver esto”

■ “Creo que Luther King Jr. nos mira desde el cielo y canta ‘aleluya’”, dice su colega John Lewis

David Brooks (Corresponsal)

Ampliar la imagen Barack Obama es captado en un edificio del centro de Chicago donde tuvo varias reuniones con personal de su oficina para trabajar en la transición de gobierno Barack Obama es captado en un edificio del centro de Chicago donde tuvo varias reuniones con personal de su oficina para trabajar en la transición de gobierno Foto: Reuters

Ampliar la imagen Caravana de seguridad del próximo jefe de la Casa Blanca; los custodios vigilan el traslado de Barack Obama de su casa a un gimnasio local Caravana de seguridad del próximo jefe de la Casa Blanca; los custodios vigilan el traslado de Barack Obama de su casa a un gimnasio local Foto: Reuters

Nueva York, 5 de noviembre. Cuando Barack Obama tome juramento como presidente el próximo 20 de enero, lo hará frente al Capitolio, un edificio construido con mano de obra de esclavos afroestadunidenses.

Esta elección, sin cambiar aún la política de este país, ya expresa una nación diferente. Algo que provoca que durante las últimas 24 horas miles se repitan: “nunca pensé ver esto en mi vida”.

“Creo que el reverendo Martin Luther King Jr., nos mira desde el cielo y canta ‘aleluya, aleluya’”, dijo el representante afroestadunidense John Lewis, figura heroica del movimiento de derechos civiles y colega de King.

Pero esta elección no sólo representa casi un milagro para la comunidad afroestadunidense en particular, como tantos de ellos han afirmado, sino para todos en este país.

Entre la mayoría que sufragó por Obama hubo de todo. Según las encuestas de salida, obtuvo 95 por ciento del voto afroestadunidense; 67 por ciento del latino; 62 por ciento del asiático, y 43 por ciento del voto blanco. También se llevó el sufragio de 56 por ciento de las mujeres y 49 por ciento de los hombres (un punto más que John McCain).

Su candidatura inspiró una ola de participación entre jóvenes y nuevos votantes, y su estrategia rindió frutos al ganar 66 por ciento del voto joven (entre 18 y 29 años de edad), y 69 por ciento de los que emitieron un voto por primera vez en su vida.

Fracasaron los intentos de los republicanos por suprimir el voto de ciertos sectores del electorado al advertir que el demócrata era amigo de palestinos, cuando insistían en que se llamaba Barack “Hussein” Obama, y que también aprobaba del aborto. De hecho, el grupo de votantes que se identificó como judío le otorgó 77 por ciento de su voto, mientras que el segundo más grande fue el católico con 53 por ciento. Los protestantes le dieron 45 por ciento.

Del voto urbano, 71 por ciento fue para el demócrata, en contraste con 45 por ciento del rural. Según estas mismas encuestas de salida, seis de cada 10 votantes seleccionaron la economía como el tema más importante. La guerra en Irak, energía y salud estaban relegados a lugares muy por debajo de esa prioridad.

En total, Obama fue el primer demócrata en recibir mas de 50 por ciento de voto popular desde Jimmy Carter en 1976. El total del voto popular contado hasta ahora fue de casi 64 millones (52.3 por ciento) para Obama frente a más de 56 millones para McCain (46.4) con un total por debajo de los pronósticos de 130 millones. Sin embargo, se espera que al contar todas las boletas la participación podría ser la más alta en un siglo. Se calcula que votaron por lo menos unos 10 millones más que hace cuatro años.

No obstante, fue en el Colegio Electoral donde Obama registró su aplastante victoria, con 349 votos electorales frente a 162 para McCain (se requieren 270 para ganar) con 27 más por determinarse (aún hay empate en Missouri y Carolina del Norte). También con ello cambió el mapa electoral, al ganar estados tradicionalmente republicanos como Indiana y Virginia (la primera vez en 44 años que un demócrata gana ahí).

Según Antonio González, del Proyecto de Empadronamiento y Educación del Votante del Suroeste (SVREP), los indicadores revelan que más de 9 millones de latinos votaron en esta elección, aproximadamente 2 millones más que en 2004. Eso continuó los cambios en parte del mapa electoral, y ayudó a transformar estados antes republicanos en demócratas, como fue el caso de Colorado, Nuevo México y Nevada.

El triunfo provocó que la gente literalmente bailara en las calles de varias ciudades, y se reportaron fiestas populares espontáneas en Seattle, Atlanta, Filadelfia, Denver y Washington DC, que se sumaron a las multitudes que celebraron en Chicago y Nueva York.

“Aunque sólo han transcurrido unas cuantas horas desde el anuncio del triunfo, todo se siente como un nuevo mundo”, comentó una maestra de literatura en Nueva York.

El New York Times se agotó a nivel nacional, la gente buscaba ese periódico como registro de este hecho histórico y conservarlo para siempre (el Times imprimió 75 mil ejemplares más de su edición de hoy). “Hubo una elección anoche y tenemos un nuevo presidente”, comenta un afroestadunidense al pedirle un café a un árabe en un puesto ambulante. “Es un hombre negro”.

Lágrimas de felicidad, de emoción, en miles de rostros de todos colores empaparon el panorama estadunidense, y todos se sentían parte de la historia, muchos por primera vez en su vida.

Muchos que han sentido que está prohibida la entrada –emigrantes, minorías raciales, trabajadores, pequeños granjeros, indígenas, veteranos, jóvenes y tantos más– esperan ser invitados al próximo capítulo de esta historia.

 
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