■ Según experto, Barack Obama debe su éxito al uso de la “nueva televisión del siglo”
En EU, Internet fue el medio más eficiente de propaganda electoral y recaudación de fondos
Washington, 5 de noviembre. Si en estas elecciones en Estados Unidos quedó demostrado algo es que quien sepa usar Internet para su propio provecho con toda seguridad se encaminará hacia la victoria. Más que los periódicos, la televisión, las llamadas telefónicas o la propaganda de puerta a puerta, Internet logró movilizar a los votantes más que nunca en Estados Unidos. En el proceso ha demostrado ser una herramienta que ningún candidato puede dejar de manejar en su camino hacia el triunfo.
“Internet es la nueva televisión, al menos en lo que va del siglo XXI”, dice Walter Anderson, editor del sitio FamilySecurityMatters.org. Más que la televisión, sin embargo, recalca Anderson, Internet ha demostrado que tiene la capacidad de permitir que los candidatos alcancen “una amplia audiencia de votantes potenciales” con mayor inmediatez y mayor interactividad de lo que jamás fue capaz la televisión.
Hace apenas cuatro años, los habituales en la arena política estadunidense tenían la sensación de que la mejor forma en que Internet podía ayudar a una campaña política era proporcionando un buen vehículo para pedir donaciones. Howard Dean, que se presentó sin éxito como candidato a la nominación del Partido Demócrata en 2004, es mencionado ampliamente como el primer pionero exitoso en solicitar donaciones en gran escala a través de Internet.
Rompe récord en uso de la web
El equipo de Barack Obama sacó oportunamente y con extraordinario éxito la lección de Dean. Por supuesto, tenía la ventaja de enfrentarse a una población que se había acostumbrado a hacer donaciones a causas políticas a través de Internet y, al mismo tiempo, estaba muy excitada por la personalidad de Obama. A la larga, su equipo rompió todos los récords de uso de Internet –y del correo electrónico– como forma de lograr apoyo financiero casi completamente a través de la web. Sus esfuerzos fueron reforzados por una campaña de email que pedía frecuentemente más donaciones y exhortaba a los donantes a correr la voz tanto sobre el candidato como sobre cómo participar online.
El mejor ejemplo del éxito logrado por el modelo de campaña basada en Internet fue el anuncio del equipo de Obama de haber logrado reunir más de 150 millones de dólares tan sólo en el mes de septiembre. Todos los competidores de Obama trataron de emular su éxito en obtener donaciones y respaldo político a través de Internet –pero infructuosamente. Obama recolectó decenas de millones de dólares online más que todos sus contrincantes.
Pero Obama fue mucho más allá del modelo Howard Dean de usar Internet simplemente como medio de recolectar dinero. “La verdadera historia de Obama es que ha usado Internet como estrategia electoral integral, no sólo para reunir dinero”, dice Michael Malbin, director ejecutivo del Campaign Finance Institute, con sede en Washington.
Obama aprovechó las llamadas tecnologías Web 2.0 –redes sociales, contenidos generados por el usuario, los blogs y los boletines de mensajes electrónicos– para involucrar a los electores en el proceso, más que candidato alguno antes que él. Un ejemplo claro: el sitio de Barack Obama tiene múltiples enlaces directos hacia el sitio MyBarackObama (http://my.barackobama.com), donde usuarios y seguidores se unen para generar contenidos, discutir, participar en blogs y formar comunidades y círculos de amigos. El sitio tiene tal tráfico que cada mensaje puesto allí suele recibir miles de respuestas inmediatas.
Basta generar este tipo de involucramiento –especialmente de parte de la generación más joven, que se ha criado junto a una PC– para lograr que se haga por sí solo el resto del trabajo basado en Internet. Tómese por ejemplo la canción Yes We Can, ganadora de los premios Grammy. Sin estar patrocinada por Obama, el poder de Internet hizo que fuera vista por millones de personas en todo el mundo –más de 12 millones sólo en YouTube– y se convirtiera en breve tiempo en el himno de batalla extraoficial de Obama.