Usted está aquí: jueves 6 de noviembre de 2008 Política Hasta el momento todo apunta a un accidente, dice Luis Téllez

■ No hay indicios que permitan formular hipótesis diferentes, informa el titular de la SCT

Hasta el momento todo apunta a un accidente, dice Luis Téllez

■ Minuto y medio antes de desplomarse la aeronave en la que viajaba Juan Camilo Mouriño perdió comunicación con el centro de control

■ El piloto no emitió ninguna señal de auxilio

Miriam Posada y Roberto González Amador

La aeronave en la que viajaba el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño Terrazo, perdió comunicación con el Centro de Control de Tránsito Aéreo del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) minuto y medio antes de desplomarse; el piloto no emitió señal de auxilio alguna ni había reportado fallas técnicas al despegar del aeropuerto de San Luis Potosí, donde el jet siempre estuvo bajo vigilancia; asimismo, las condiciones meteorológicas fueron favorables durante todo el trayecto, aseguró el secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuenzler.

“Hasta el momento no se han detectado indicios que permitan formular hipótesis diferentes a las de algún accidente, pero se investigará hasta agotar posibilidades”, advirtió Téllez, al señalar que ya están en México especialistas en aeronáutica de Estados Unidos y el Reino Unido que apoyarán las pesquisas y la revisión de la caja negra, que ya fue localizada.

Ante la gravedad del caso y la necesidad de que la investigación sobre la muerte del titular de Gobernación y sus acompañantes se haga con transparencia, por primera vez en la historia de la aviación en México se hicieron públicas imágenes de la posición de una nave en el radar de los controladores y las conversaciones entre la cabina y la torre. Téllez Kuenzler sustentó cada una de sus afirmaciones con imágenes de los radares del AICM, en las que se observa el comportamiento de las aeronaves “en fila” para aterrizar, así como la grabación en la que el centro de control da instrucciones al Learjet 45 para su aterrizaje, hasta que desapareció de la pantalla, información que usualmente es confidencial por razones de seguridad.

Por la mañana, en un primer encuentro con medios de comunicación, el funcionario dio a conocer la bitácora del 4 de noviembre de la aeronave Learjet 45, matrícula XCVMC, con diez años de antigüedad. Señaló que a las 18:46 horas se observó su última posición en el radar del AICM, a una altitud de 9 mil 700 pies y a una velocidad de 330 kilómetros por hora, todo conforme a la norma, por lo que hasta el momento “no se han detectado indicios que permitan formular hipótesis diferentes a las de algún accidente, pero se investigará hasta agotar posibilidades”, reiteró el funcionario.

Desmintió que el piloto Álvaro Sánchez Jiménez haya establecido comunicación con algún familiar, o que haya emitido una señal de emergencia, como informó el secretario de Organización del Sindicato de Controladores Aéreos, Angel Iturbe. “Esas afirmaciones son absolutamente falsas, no estuvo en la torre de control y responde a intereses políticos. Está mintiendo y lucrando con un caso de gran dolor para todos los mexicanos, con lo que demuestra que no tiene ética”, abundó el funcionario.

Ante la incertidumbre y la necesidad de tener una investigación transparente, Téllez, acompañado por el director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Gilberto López Meyer, y el director de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), Agustín Arellano, presentó por la tarde la ruta que siguió la aeronave siniestrada, en la que se observa que estaba en el mismo circuito que otros aviones en preparación para aterrizaje, con distancia entre uno y otro de cuatro a cinco millas y dentro del mismo flujo, “con lo que se demuestra que el jet no tuvo un trato de excepción”.

Asimismo, los funcionarios presentaron la grabación en la que se escucha cómo un controlador da instrucciones para preparar el aterrizaje de cada una de las aeronaves que tocan tierra aproximadamente cada minuto y medio en el aeropuerto capitalino, y que consisten en la disminución de velocidad y conservación de distancia. En la cinta se escucha cuando el controlador indica al “Extra Coca Víctor” –que corresponde al acróstico de la matrícula XCVMC del Learjet 45– que cambie de frecuencia y después lo pierde de vista en el radar. “El piloto acusó recibo de la instrucción, pero ya no se comunicó, y tampoco emitió una señal de emergencia”. Lo perdieron en el radar, explicó Téllez Kuenzler.

El paso inmediato, dijo el secretario, fue ubicar a la unidad con base en coordenadas estimadas en Paseo de la Reforma y Periférico, además de responder a reportes de helicópteros que sobrevolaban la zona y dieron aviso de un presunto accidente. Después se documentó el caos.

Luego de que el secretario de Comunicaciones y Transportes señalara que la aeronave en la que viajaba el secretario de Gobernación no reportó falla técnica alguna, que tenía combustible suficiente y tuvo condiciones meteorológicas favorables, el director de ASA, Gilberto López Meyer, dijo:

Por tratarse de una aeronave de la Secretaría de Gobernación “se tenía extremo cuidado en su revisión”, y no hay reportes recientes de problemas técnicos o de seguridad, aunque admitió que aproximadamente 12 horas después de ocurrido el accidente “ninguna autoridad ha tenido oportunidad de revisar las bitácoras de los últimos tres años”.

En una de sus intervenciones, el director de Seneam, Agustín Arellano, enfatizó que la aeronave no recibió trato de excepción, por lo que en la secuencia de imágenes del radar se observa que estaba cumpliendo con los procedimientos de aproximación, al igual que el Boeing 767 de Mexicana de Aviación, con número de vuelo 1692, procedente de Buenos Aires, Argentina, y después de éste aterrizó un Fukker100 de Click de Mexicana, que venía de Oaxaca.

Los funcionarios rechazaron versiones en el sentido de que entre nave y nave sólo había 2.8 millas de distancia: “En las imágenes de radar se puede apreciar que hay intervalo de entre 4 y 5 millas, o hasta más”, por lo que señalaron que cualquier comentario sobre la estela de aire que dejan los aparatos se dará hasta que avancen las investigaciones del caso.

La caja negra

Informaron asimismo que ya encontraron la única caja negra que llevaba esta aeronave, en la que se encuentra la información técnica sobre el vuelo. Explicaron que este tipo de aviones no tienen la obligación de llevar las dos cajas negras que se exigen a la aviación comercial, una de las cuales se usa para grabar las conversaciones de la tripulación en cabina, y la otra para tener conocimiento de la información técnica sobre el vuelo.

Con los datos recabados hasta el mediodía de ayer, Téllez precisó que “la operación de regreso a la ciudad de México, desde San Luis Potosí, se realizó a las 18:04 horas sin contratiempo y con condiciones meteorológicas buenas en ruta y en la ciudad de México. El despegue se realizó en condiciones de plan de vuelo por instrumentos, haciendo contacto con la torre de control de la terminal aérea de San Luis Potosí en la frecuencia 118.9 megahertz, a través de la cual se proporciona el servicio de control de aeródromo y aproximación.

“El ascenso en ruta se llevó a cabo en condiciones normales transfiriendo la torre de control de San Luis Potosí la aeronave al centro de control de la ciudad de México, que tomó el control de la misma hasta su llegada al área terminal y dio los servicios de tránsito aéreo.”

Téllez y Arellano aseguraron que el Learjet 45 entró al área terminal de México por San Mateo, en Valle Dorado, estado de México. Sobrevoló la “radiofacilidad de mapeo” a las 18:44 horas a 11 mil pies de altura (3 mil 300 metros) y una velocidad de 262 nudos, equivalentes a 470 kilómetros por hora, para iniciar el descenso en el AICM.

“A las 18:45 horas se le instruyó a la aeronave en la que viajaba el secretario Mouriño a cambiar a la frecuencia de torre de control en 118.1 megahertz, a lo que el piloto acusó recibo, pero no se comunicó con la torre. A las 18:46, se observó la última posición de la aeronave a través del radar del aeropuerto, a una altitud de 9 mil 700 pies y 180 nudos de velocidad, que son aproximadamente 330 kilómetros por hora. Todos estos parámetros (están) dentro de la norma establecida para el cono de aproximación y aterrizaje en la pista 05 del AICM”, explicó.

Al no tener respuesta de la aeronave, la torre de control alertó sobre algún posible accidente en el perímetro de Paseo de la Reforma y Periférico, de acuerdo con las coordenadas calculadas en el videomapa del sistema de procesamiento de información del plan de radar y plan de vuelo. Asimismo, se empezaron a recibir reportes de helicópteros que sobrevolaban la zona.

El secretario de Comunicaciones y Transportes pidió “paciencia” a los mexicanos y esperar a que terminen las investigaciones, que podrían llevarse semanas; solicitó no hacer conjeturas y destacó que hasta el momento no existen elementos “para formular hipótesis distintas a las de un accidente”.

Por su parte, Agustín Arellano señaló que entre las hipótesis a investigar ante la pérdida de comunicación, se deberá considerar la presencia de algún evento que distrajera la atención de los pilotos (que) tal vez estaban haciendo trabajo de cabina o atendiendo alguna falla, “pero todas son hipótesis” y elementos que se han obtenido de las primeras transcripciones de la comunicación que hubo entre el piloto y los servicios de control de tránsito aéreo, concluyó.

 
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