■ Se abrirán espacios para jóvenes cantantes, dice Gustavo Rivero Weber a La Jornada
Impulsa la UNAM proyecto para llevar el arte operístico al campus
■ La Compañía Nacional de Ópera presentará El elíxir de amor, de Donizetti, en la sala Covarrubias
■ Este mes la Filarmónica de la Universidad irá a cinco facultades, adelanta el titular de Música
Ampliar la imagen Gustavo Rivero Weber, titular de la Dirección General de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México Foto: José Antonio López
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) abre de lleno sus puertas a la ópera.
Un novedoso proyecto impulsado por la Dirección General de Música de la máxima casa de estudios hará posible que a partir del próximo año los diversos foros del Centro Cultural Universitario (CCU) se llenen con las mejores voces del bel canto nacional e internacional.
A propósito de la presentación de la obra El elíxir de amor (L’elisir d’amore), de Gaetano Donizetti, que será interpretada por la Compañía Nacional de Ópera (CNO) como parte del apoyo que diversas instituciones brindan al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) ante el cierre temporal del teatro del Palacio de Bellas Artes, las autoridades de la UNAM comprobaron que la sala Miguel Covarrubias del CCU cuenta con un escenario que sirve a la perfección para ese tipo de montajes.
México, semillero de voces
En entrevista con La Jornada, Gustavo Rivero Weber, titular de la Dirección General de Música, agregó que la oferta musical universitaria se ha centrado en la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM), en los conciertos internacionales y nacionales de música de cámara y en los programas para niños; “ahora queremos que los universitarios tengan más contacto con la ópera.
“Se trata de una de las manifestaciones artísticas más completas, pues conjunta teatro, música y a veces danza. Quienes vengan a ver ópera a la UNAM estarán frente a un espectáculo redondo, como un teatro cantado, con gran música.
“A veces suelen estigmatizar a la ópera y decir que es algo muy solemne pero, por ejemplo, cuando Mozart hizo La flauta mágica era casi un vodevil, para el público de la calle, es decir, no era algo serio, se quería llegar a cualquier persona.
“Antes la música era para que todos la disfrutaran; ahora prevalece la idea de que a las salas de concierto nadie quiere, pero al contrario: en El elíxir de amor hay cosas que de verdad hacen reír mucho. Por eso espero que estas funciones que ofrecerá la Compañía Nacional de Ópera sean el inicio de muchas más.”
Para abrir boca, Rivero Weber señala que se llevará a cabo un amplio programa de estudios-óperas para realizarse en las salas Nezahualcóyotl y Carlos Chávez, principalmente, para “ayudar a jóvenes talentos mexicanos”.
Apoyarán a los noveles artistas “para que hagan óperas montadas con piano, por ejemplo, medio actuadas. Que tengan manera de mostrar lo que hacen. Hay que ser honestos: la ópera no es algo que se pueda poner a diario, porque se requieren muchos recursos y esfuerzos y eso provoca que los nuevos cantantes no tengan espacios para presentarse.
“Para 2009 habrá un proyecto con esas características. No el gran formato de ópera, pues no contamos con presupuesto, pero sí daremos chance de que vengan y monten algo con un director de escena y un piano para presentarlo al público.
“México es un semillero de voces impresionantes y de aquí tendrán que salir muchas. Además, no podemos cerrarnos sólo a los cantantes universitarios. Por supuesto que estarán invitados los estudiantes de canto de la Escuela Nacional de Música, pero la puerta está abierta para todos.”
Formación de públicos
Para junio del próximo año se prepara el montaje de La muerte en Venecia, de Benjamin Britten; “se ofrecerán como cuatro funciones, por lo pronto. Será una puesta en escena que pretende mucho, el público saldrá muy contento.
“Después –prosiguió Rivero Weber– pondremos algo de Haydn y de Haendel, ya que se celebrarán sus aniversarios, así como algo de ópera mexicana. No hemos definido títulos, tenemos que verlo con el INBA, porque tiene ahí algo de producción y vamos a ver si participamos nosotros.
“Además, tenemos el problema de que la sala Covarrubias no se puede estar usando como nosotros quisiéramos porque tiene su propia programación de danza, debemos ver si tiene por ahí algunos espacios.”
Puntualizó que el nuevo programa de ópera universitaria también contribuirá a la formación de públicos, labor que realiza con ahínco la OFUNAM.
“Desde hace rato la orquesta está saliendo de la sala Nezahualcóyotl. Durante noviembre irá a cinco facultades. Las salidas tienen que continuar a mayor escala. Cuando las personas que no han escuchado a la OFUNAM la conocen se les abren otras perspectivas, sobre todo de lo que se puede hacer con la música en vivo. Intentaremos un día estar en la explanada de rectoría, lo tenemos que planear, aunque ya hemos hecho conciertos afuera de la Facultad de Arquitectura y se han reunido hasta 600 personas.
“Ésa es la idea: ir a las escuelas, tocar en espacios abiertos, porque cuando hacemos los conciertos en los teatros el público no entra. Al hacerlo en las explanadas, las personas se topan con que el concierto no es algo tan ajeno a ellas.
“Se trata de formar público para todos los actos culturales y artísticos que se hacen a escala nacional, no sólo para los nuestros, sino también para ayudar al desarrollo personal, porque la música eso hace: abre la sensibilidad”, concluyó Rivero Weber.
El elíxir de amor, con la Compañía Nacional de Ópera, se presentará este jueves (20 horas) y el próximo domingo (17 horas) en la sala Miguel Covarrubias (Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria).