■ La oleada del voto afroestadunidense cambia el mapa electoral en varios estados del país
Barack Obama proclama: “el cambio ha llegado a America”
■ “Si alguien duda que EU es un lugar donde todo es posible... esta es su respuesta”, asegura
■ Millones atendieron su llamado por la unidad, sostiene el principal estratega demócrata
Ampliar la imagen El próximo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, saluda a la multitud reunida en Chicago para celebrar su triunfo; lo acompaña su hija, Sasha Foto: Reuters
Ampliar la imagen Christine King Farris, hermana del asesinado líder humanitario Martin Luther King, es abrazada en la ciudad de Atlanta por su nieta Farris Watkins Foto: Ap
Ampliar la imagen El futuro inquilino de la Casa Blanca habla a una multitud en la ciudad de Chicago Foto: Reuters
Nueva York, 4 de noviembre. “Ha llegado el cambio a Estados Unidos”, declaró Barack Obama al ser proclamado presidente electo de Estados Unidos esta noche.
El próximo 20 de enero será el primer afroestadunidense en ocupar la Casa Blanca después de ganar de manera aplastante esta contienda contra el republicano John McCain.
Así, en un país donde entre los padres de la patria había dueños de esclavos negros, donde en los orígenes de esta republica los afroestadunidenses eran contados como 3/5 de una persona por el censo oficial, donde la Constitución permitió continuar con la importación de esclavos por 50 años más luego de entrar en vigor, donde había esclavos hace sólo 150 años, hoy la mayoría de los votantes estadunidenses de todos los colores, razas y etnias, incluida la abrumadora mayoría de votantes de origen mexicano y latinoamericano, eligieron a un afroestadunidense como presidente.
“Si hay alguien por ahí que aún duda que Estados Unidos es un lugar donde cualquier cosa es posible... esta noche es su respuesta”, declaró al llegar al podio ante un mar de cientos de miles congregados en el Parque Grant, en el centro de Chicago. “La respuesta está en las filas que esperaron votar en números jamás vistos… insistiendo en que esta vez tiene que ser diferente… Ricos y pobres, demócratas y republicanos, blancos, negros, hispanos, asiáticos, americanos nativos, gays y heterosexuales, discapacitados y no discapacitados… Esta ha tardado en llegar. Y por lo que hemos hecho… el cambio ha llegado a America”.
“Nunca olvidaré a quién le pertenece esta victoria. Le pertenece a ustedes”. Enumeró los grandes desafíos que se enfrentan, el planeta en peligro, la peor crisis económica en casi un siglo, las guerras en Irak y Afganistán, las “alianzas que reparar”, pero dijo que “nunca he tenido tanta esperanza en que llegaremos a superarlo” y convocó a la unidad para lograrlo. Advirtió que “se avecinan tiempos duros, pero prometo que siempre les diré la verdad”.
Y contó la historia de Ann Nixon Cooper, mujer de 106 años de edad que hoy emitió su voto en Atlanta, y que cuando era joven “no podía votar por dos razones, porque era mujer y por el color de su piel”. Enumeró los tiempos que ha vivido esa mujer: la lucha por los derechos de las mujeres, la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial, la lucha por los derechos civiles, y cómo ella atestiguó, cómo ante cada desafío, se luchó para cambiar este país. Al recuento de cada episodio repetía que esa mujer vio que “sí se puede”, y la multitud empezó a corear con él, “sí se puede, sí se puede”.
Declaró: este es “nuestro momento” para brindar un futuro mejor al país, siempre recordando los lemas básicos de que “de muchos, somos uno” y que “si respiramos, tenemos esperanza”.
Anunció a la comunidad internacional que “nuestras historias son singulares, pero nuestro destino es común”, y que hoy se marca “un nuevo amanecer en el liderazgo” de Estados Unidos ante el mundo.
Brotaron lágrimas, gritos y abrazos entre los cientos de miles que celebraban en el Parque Grant, con famosos y esos “héroes anónimos” que ha mencionado Obama; unos 75 mil tenían boletos para estar cerca del podio, pero cientos de miles más inundaron el parque para verlo aun solo por pantallas gigantescas.
El reverendo Jesse Jackson lloró junto con otros veteranos del movimiento de derechos civiles. El acto concluyó con la grabación de Bruce Springsteen cantando The Rising (algo así como “el surgimiento” o “El levantar”), uno de los himnos de esta campaña.
En la Iglesia bautista Ebanezer en Atlanta, en la iglesia que encabezó el reverendo Martin Luther King, más de mil personas cantaban y lloraban a lo largo de la noche con cada anuncio de un triunfo en un estado hasta escuchar lo que tantos pensaban imposible.
Aquí en Nueva York, en Times Square, una multitud observaba los resultados en la pantalla gigantesca de ABC News, y festejaban cada anuncio de triunfo en un estado, y enloqueció cuando fue proclamado presidente electo.
Igual que en Chicago, se escucharon los gritos de felicidad en Harlem, donde miles se concentraron en una plaza en la Calle 125, pero también por las calles del Village, en Brooklyn y Queens. Lo mismo se repitió en varias ciudades y pueblos: la gente salió a las calles para festejar, bailar y darse abrazos, mientras algunos aún no lo podían creer
La promesa de Obama de promover “un cambio” en un momento donde nueve de cada 10 estadunidenses opinan que el país está en camino equivocado, con una nación que sufre la peor crisis económica desde la Gran Depresión y la reprobación extensa a George W. Bush, lo llevó al triunfo.
“Millones respondieron a su llamado por la unidad en un movimiento por el cambio”, afirmó esta noche el principal estratega de la campaña demócrata, David Axelrod, a NBC News. Y también, para usar una de sus frases más repetidas en esta campaña, por “la feroz urgencia de ahora”.
McCain, en Phoenix junto a su candidata a la vicepresidencia, concedió la contienda poco después. “El pueblo estadunidense ha hablado y hace momentos llamé a Barack Obama para felicitarlo por ser elegido como el próximo presidente de Estados Unidos”. Reconoció que “ésta es una elección histórica” con “significado especial para los afroestadunidenses”.
En estos momentos difíciles, dijo, ofreció su ayuda y convocó a sus seguidores a unirse para fortalecer el país. A pesar de algunos abucheos al mencionar a Obama, McCain trató de callarlos. La multitud que lo escuchaba no era parecida a la reunida en Chicago, la primera un mar de casi puras caras blancas, la otra de mil colores.
El otro resultado de esta elección es que, pocos años después de que el Partido Republicano conquistó el poder completo, hoy sufrió una de sus peores derrotas, y algunos consideran que los efectos podrían durar años.
A la vez, una de las claves de esta elección es el cambio demográfico en estados con la creciente participación política de latinos (indicadores preliminares del voto latino eran 67 contra 30 a favor de Obama), lo cual está transformando a algunos estados tradicionalmente republicanos en entidades cada vez más demócratas.
La enorme oleada del voto afroestadunidense también hizo temblar a varios políticos republicanos que fueron amenazados en estados del profundo sur, y de hecho cambiaron el mapa electoral presidencial en varios de ellos.
Ante el arcoiris del voto por Obama frente a un Partido Republicano mayoritariamente blanco, algunos consideran que el demócrata es la cara de un Estados Unidos del futuro, que pocas décadas será un país de una mayoría de minorías, mientras los republicanos representan país que se desvanece.
Con esta elección, mucho está cambiando aquí. Pero aún está por verse cuál será ese cambio prometido por Obama.