■ Las primeras versiones del accidente rompieron la calma en la SG
“¡El secretario no me contesta el celular!”
El sosiego en Bucareli se rompió de tajo minutos después de las siete de la noche, cuando los primeros reportes señalaban que el avión que se desplomó en Periférico y Paseo de la Reforma procedía de San Luis Potosí. “El secretario Mouriño viene en ese vuelo, ¡pero nadie me contesta el celular!”, repetía angustiada una funcionaria de la dependencia.
Los rostros de incredulidad se reflejaban en empleados que entraban y salían. Incredulidad porque el jet accidentado era “prácticamente nuevo”, comprado durante la gestión de Santiago Creel, de ahí que el récord de horas de vuelo era de no más de cuatro años.
Fuentes consultadas confirmaron que el Lear Jet 45 tenía una capacidad de vuelo de hasta cinco horas y que le tocó prácticamente estrenarlo al ex secretario Carlos Abascal, quien incluso en dos ocasiones viajó en él a Washington. “Era una aeronave preciosa. Nunca hubo averías. Siempre se voló muy bien, eran escrupulosas las revisiones”, comentaron las fuentes.
Mientras las versiones circulaban, incluso aquella que se refería a que Abascal había cancelado un vuelo por supuestas fallas, llegó a la en ese momento solitaria dependencia la familia de Miguel Monterrubio, director general de comunicación social. La esposa y los dos hijos pequeños del vocero buscaban que alguien les diera información fidedigna.
Enseguida llegaron, también con rostros desencajados, dos de los más cercanos colaboradores de Mouriño: el mexiquense Ulises Ramírez, coordinador de asesores del secretario, y Cuauhtémoc Cardona, subsecretario de Enlace Legislativo. Ninguno quiso hacer declaraciones ni confirmar lo que a esa hora posiblemente ya sabían.
Minutos después llegó a Gobernación el senador potosino Alejandro Zapata Perogordo, a quien se había mencionado, en los primeros reportes extraoficiales, como uno de los ocho pasajeros del vuelo. Para esa hora, cerca de las ocho de la noche, el legislador declaró que venía a mostrar su solidaridad por la pérdida de su “muy amigo”.
Los nombres de los posibles ocupantes del vuelo cambiaban a cada rato, especialmente en el caso de Norma Díaz, joven directora de información. Luego se confirmó, en la relación de muertos, a Arcadio Echeverría Lanz, coordinador de eventos y administración, quien nunca iba a las giras, pero –según las fuentes– tuvo que sumarse a las actividades en San Luis Potosí en ausencia de otro de los colaboradores cercanos del funcionario.
El transcurso de este martes había sido especialmente tranquilo en Bucareli. El estacionamiento lucía semivacío y los elementos de seguridad mataban el tiempo caminando de una esquina a otra. La agenda del secretario Mouriño estaba delineada desde la noche anterior para encabezar tres actividades en San Luis Potosí, relevantes para esta dependencia (especialmente el arranque del Programa Paisano), pero sobre todo para monitorear, a su regreso a la ciudad de México, el curso de la elección en Estados Unidos.
Las giras eran constantes; por lo menos una vez a la semana, en promedio, Mouriño encabezaba diversos actos, varios en materia de seguridad y en representación del presidente Felipe Calderón, toda vez que el funcionario se desempeñaba como secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
La semana antepasada, el día de la aprobación de la reforma petrolera en el Senado, el secretario canceló una gira por Guatemala para estar al tanto de la negociación de esa enmienda, cuyo cabildeo se diseñó desde su oficina, donde asistían de manera frecuente los integrantes del llamado gabinete de energía.
Mouriño también era cabeza del cónclave del “sistema PAN”, como llamaban al equipo formado por los coordinadores parlamentarios y el dirigente nacional de ese partido, entre otros.
En días pasados, cuando circularon rumores acerca de su relevo en Gobernación, algunos de sus colaboradores cercanos se encargaron de desmentir la especie con el argumento de que las versiones eran infundadas y correspondían a jugadas del fuego amigo que pretendía desplazar al secretario.
Recientemente, en una reunión informal el joven funcionario conversó con los reporteros de la fuente de Gobernación. Sin prisa alguna habló ampliamente de su trabajo en la dependencia, iniciado el pasado 15 de enero. Hizo un recuento de múltiples temas y dejó ver su opinión personal sobre los problemas más relevantes ocurridos en los recientes 10 meses, y también dio su opinión de los rumores que lo llevaban lo mismo a salir de Bucareli, para coordinar a los diputados panistas en la próxima legislatura, que aquellos que lo colocaban a la par de Enrique Peña Nieto y de Marcelo Ebrard en la contienda presidencial de 2012.
En la reunión, off the record, soltó varias carcajadas cuando le sugerían que sería un “duelo de guapos” y, todavía con esa sonrisa, repitió que estaría donde el presidente Calderón considerara que podía hacer un mejor papel.