■ Massa ya festejaba el campeonato cuando el británico rebasó a Glock y llegó en quinto lugar
Hamilton, el corredor más joven y primero de raza negra en ganar F-1
■ El brasileño conquistó la competencia de Interlagos ante su público, pero el inglés hizo lo justo y evitó perder el título, como en 2007
■ Terminó la sequía de nueve años de McLaren-Mercedes
Ampliar la imagen Momento crucial en el que Lewis Hamilton rebasa al alemán Timo Glock para ganar el quinto sitio en Brasil Foto: Ap
Sao Paulo, 2 de noviembre. Tras un infartante Gran Premio de Brasil, el británico Lewis Hamilton se convirtió en el campeón más joven en la historia de la Fórmula Uno, y marcó otro hito fuera de la estadística. Hijo de un emigrante de Trinidad-Tobago y de una inglesa, es el primer negro en consagrarse monarca de la máxima categoría del automovilismo.
“En las últimas dos curvas mi corazón estaba a punto de estallar. Fue la carrera más tensa de mi vida”, admitió el piloto de McLaren-Mercedes, a sus 23 años, nueve meses y 26 días.
El brasileño Felipe Massa, su rival por el título, ganó la carrera, pero no pudo evitar el éxito de Hamilton, quien se llevó el campeonato en los agónicos 500 metros finales, al superar al alemán Timo Glock en la última frenada de la curva final de un Gran Premio perturbado por la lluvia al inicio y término.
Tras ser superado por el alemán Sebastian Vettel (Toro Rosso), el británico de McLaren-Mercedes creyó que se repetiría la “maldición” del año pasado, cuando llegó a Sao Paulo como favorito y perdió el título ante el finlandés Kimi Raikkonen, de la escudería Ferrari.
Sin embargo, la suerte estuvo de su lado: ingresó en la última vuelta en sexto lugar –lo que implicaba perder el título con Massa, otro “ferrarista”–, pero enseguida notó que el quinto, Glock (Toyota), estaba perdiendo velocidad y pudo pasarlo en los metros finales.
La de este domingo en Sao Paulo fue una carrera de locura: el cruzar la meta, Massa era campeón, pero segundos después Hamilton, quien llegó a 38,907 segundos del ganador, arruinó la fiesta brasileña.
En los boxes de Ferrari, mecánicos y directivos festejaban ya el título, al igual que unas 100 mil personas que colmaron las instalaciones de Interlagos. En McLaren-Mercedes celebraban al mismo tiempo.
“Faltaron pocos metros para que Massa fuera campeón, pero para mí ya no era posible (contener a Hamilton). Pido disculpas a los brasileños”, afirmó Glock, quien había optado por neumáticos para pista seca, y aseguró que no quiso favorecer a alguien, porque “solamente estaba haciendo mi carrera”.
Massa lloró en el podio
Tras pasar de la euforia a la tristeza, Massa sólo pudo exhibir resignación. “Las competencias son así. A veces las cosas no suceden como queremos, pero tenemos que estar contentos todos en el equipo”, dijo tras llorar en el podio.
En el Gran Premio, el español Fernando Alonso (Renault) fue segundo y el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari), tercero. En el campeonato mundial, Hamilton terminó con 98 puntos, Massa con 97, y Raikkonen y Robert Kubica con 75.
La escudería McLaren-Mercedes no conseguía un campeonato del mundo de Fórmula Uno desde hace nueve años, cuando el triunfo fue de Mika Hakkinen (1999); mientras Brasil continuó su sequía de 17 años tras la victoria del malogrado Ayrton Senna (1991).
Ferrari tuvo el pequeño consuelo de ganar el campeonato de constructores, al igual que la temporada anterior.
En Gran Bretaña, el primer ministro Gordon Brown aseguró que “todo el país está bajo el encanto de este excepcional talento. Toda la nación está orgullosa de la fuente de inspiración que son Lewis Hamilton y su escudería McLaren”.
El piloto, quien reside en Suiza, es una joya de la publicidad y un atleta modelo que casi siempre hace un buen papel. Los expertos profetizan que podría llegar a ser el más rico de los deportistas británicos; de momento recibirá unos 165 millones de dólares de su equipo hasta 2012.