■ Advierte que planean atacar la cabecera municipal autónoma de San Pedro Polhó
Denuncia junta de buen gobierno de los Altos agresiones de paramilitares priístas
■ Asegura que todo lo ocurrido es con el apoyo y la protección del Ejército Mexicano
Ampliar la imagen La junta de buen gobierno Corazón céntrico de los zapatistas aseguró que desde septiembre pasado comenzaron los actos de intimidación contra pobladores del municipio autónomo de San Pedro Polhó Foto: Carlos Ramos Mamahua
San Cristóbal de las Casas, Chis. 31 de octubre. En días recientes, paramilitares priístas y “cardenistas” de Chenalhó han agredido con armas de alto calibre a comunidades y campamentos de desplazados en el municipio autónomo de San Pedro Polhó. La junta de buen gobierno (JBG) Corazón céntrico de los zapatistas delante del mundo, de la zona Altos, denunció que estos grupos, bien identificados, de manera abierta hacen acopio de armas y amenazan con atacar la cabecera municipal autónoma y los campamentos.
“Hemos escuchado informaciones de que el 2 de noviembre, los paramilitares van a tomar acciones no se sabe de qué tipo; hablan del mismo modo como cuando la masacre de Acteal de 1997”, sostiene la JBG en un comunicado que presenta informes directos de las bases de apoyo del EZLN en diferentes comunidades.
Aunque la hostilidad de estos paramilitares se ha manifestado de tiempo atrás, el primer ataque alarmante ocurrió el 26 de septiembre, cuando Fernando Luna Pérez, base de apoyo zapatista, manejaba en la carretera rumbo a Pantelhó, y en el cerro Cantil “los paramilitares le dispararon con un arma de alto calibre”.
El 29 de septiembre, a las 11 de la noche, a 400 metros del municipio autónomo de Polhó hubo disparos, reporta la JBG. Al día siguiente, a las 7 de la noche, cerca del banco de grava (en Majomut) a unos 400 metros del Campamento 2, “miembros del Frente Cardenista, el señor Agustín Gómez Pérez con sus dos hijos y el señor Lucio, de Tsanem’bolom, pertenecientes a los grupos paramilitares que participaron en la matanza de Acteal, ordenaron a otros paramilitares hacer cuatro disparos con la finalidad de amenazar a los compañeros desplazados”.
El 13 de octubre, un civil zapatista informó haber visto llegar 15 armas “de alto calibre” en la colonia Yaxjemel (municipio oficial Chenalhó). El día 17, otro zapatista informó que un grupo de paramilitares de Yaxjemel “intentaba atacar a las bases de apoyo del campamento 8 de Taki Uk’um”.
Otros indígenas autónomos notificaron a la JBG que recientemente vieron, “a la una de la mañana”, a tres paramilitares –Cándido Hernández Pérez, Aurelio Arias Vásquez y José Hernández Áreas, originarios de Yaxjemel– portando armas de alto calibre a unos 500 metros del campamento 8 de Taki’Uk’um.
Este mismo mes que concluye, en las comunidades priístas Tsanem’bolom, Bajobeltik, Pechikil, Los Chorros, Puebla y Yaxjemel, los paramilitares recibieron del presidente municipal de Chenalhó “armas de fuego de alto calibre”. El edil “las entregó en sus manos a los agentes municipales de las comunidades antes mencionadas; él sabe de dónde han traído las armas para atacar a las comunidades del municipio autónomo”. La JBG advierte que “si pasa algo con los compañeros, responsabilizamos directamente al presidente municipal de Chenalhó con sus grupos paramilitares, al gobierno estatal y al federal”.
El gobierno autónomo rebelde, con sede en el caracol de Oventic, considera que “todos los problemas que han venido atravesando el municipio y sus comunidades, empezaron simplemente por la existencia de nuestra organización zapatista, diferente de los partidos políticos”. Muestra de ello, abunda, es el desplazamiento de bases de apoyo desde 1997 hasta la fecha “porque no pertenecen al principal partido político que controla dichos lugares, el PRI”.
Todo lo que está sucediendo, denuncia la JBG, “es apoyado y protegido por el Ejército federal; dentro de las comunidades donde más existen las amenazas está la presencia de campamentos militares”, como Tsanem’bolom y Majomut, entre otros.
“Con qué derecho las personas afiliadas a los partidos políticos amenazan con disparos a sus semejantes por pertenecer a una organización y no a un partido como los de ellos, que solamente dividen, confunden a la gente y provocan enfrentamientos entre hermanos de la misma comunidad. Se ve claramente que los partidos políticos son los que provocan las divisiones y enfrentamientos, y no como nos acusan, que la lucha zapatista es la que provoca divisiones”. Esto, mientras “los diferentes niveles de autoridades oficiales se lavan las manos”.
Las comunidades amenazadas del municipio tzotzil de Polhó, junto con su consejo autónomo, rechazan “las actitudes prepotentes de las personas afiliadas a los diferentes partidos políticos, principalmente del PRI” y de sus autoridades “igual de prepotentes”. La JBG condena enérgicamente las conductas “violentas e irrazonables del mal gobierno a través de sus paramilitares, sus autoridades de la comunidad, municipal, estatal y federal”.
El gobierno zapatista autónomo de los Altos puntualiza: “No podemos quedarnos callados porque es nuestro deber y obligación denunciar todo tipo de injusticias, amenazas y violaciones a los derechos humanos a cualquier de persona, sin importar la organización a la que pertenezca”.