Usted está aquí: viernes 31 de octubre de 2008 Espectáculos Álvaro Avitia, músico híbrido que “deambula en el limbo”

■ Hoy presenta en el Bataclán de la Bodega su disco Astronauta

Álvaro Avitia, músico híbrido que “deambula en el limbo”

■ “Mi guitarra es una coautora; ella estructura mis textos”

Juan José Olivares

Ampliar la imagen Álvaro Avitia presenta su tercer disco en el Bataclán Álvaro Avitia presenta su tercer disco en el Bataclán

Álvaro Avitia es un músico “híbrido, que deambula en un limbo genérico”, pero eso es lo que le ha dado un canal de expresividad artística muy bucólico. Hace rolas que parecen trova, pero no lo son; o rock melódico (que ya lo llevó al festival Viña del Mar) que fluctúa en el pop rítmico con letra simple, pero profunda. Comenzó a escribir canciones como si fueran cartas; los primeros destinatarios de aquel niño de ocho años fueron un árbol de Chapala y su abuela materna. “Vendrían más canciones, más razones para escribir, más latidos llevados al papel por medio de una guitarra que soportaba acordes simples y desafinados. La guitarra es coautora de mis canciones”, dice en entrevista el tapatío, quien este viernes presenta en el Bataclán de la Bodega (en la colonia Hipódromo Condesa) su reciente disco de nombre Astronauta, en su formato de desenchufado.

“La trova como género está envejecida. Es soberbio hablar de revoluciones que no te tocaron y eso ha sido complejo para mí, porque no soy roquero: mis amigos roqueros no me invitan a tocar con ellos… ni tampoco los trovadores ni el sistema pop comercial; estoy en un limbo genérico, un híbrido extraño con un canal de comunicación que espero que funcione para este álbum”, asegura el cantautor, quien tiene otros disco, Tradúceme.

El músico relata su historia: “con la adolescencia llegaron los primeros amores malogrados, la selección de gimnasia olímpica de Jalisco y las primeras canciones de desamor y ‘conciencia’ de un mundo que cambiaba para siempre. En 1991 mi primer grupo de rock, Simples, duró lo que dura un romance de preparatoria, pero sería la base de Quarta Pared, banda con la que enfrenté mis canciones a más instrumentos y al escenario. Vendimos muchos discos (eran casetes), grabamos tres, y besamos muchas novias de una noche. A finales de 1996 un ejecutivo de Warner Music viene a Guadalajara a escuchar a la banda: un año después me voy a vivir al DF y en marzo de 1998 firmo un contrato como solista con Warner. Mi primer disco en solitario lo grabamos en Los Ángeles y el DF bajo la producción de Memo Gil y Pancho Ruiz. Tradúceme (1999) sería el nombre de ese proyecto y la puerta de entrada a la industria musical”.

Continúa: “En 2003 me invitan a tocar en el Festival de Viña del Mar, en Chile, y grabo un disco a voz y guitarra (Ayer soñé que mañana) que sólo se vendió en mis conciertos.

“Así mis canciones llegaron a quien tenían que llegar y yo seguí componiendo sin volver a sacar otro disco.”

¿Cómo diferenciar lo que será una rola, o un texto para el cajón de recuerdos?, se le cuestiona al autor.

“No sé que sucede, pero cuando tengo la guitarra a un lado ella estructura las cosas, es una coautora de mis textos.”

Alvaro Avitia y su banda presentan Astronauta. La cita es en Popocatépetl 25, esquina Amsterdam, colonia Hipódromo Condesa. Informes: 55117390 ó www.labodega.com.mx

 
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