Usted está aquí: martes 28 de octubre de 2008 Cultura El titular de Difusión Cultural de la UNAM rindió su primer informe

■ Adelantó que el Museo Universitario de Arte Contemporáneo se abrirá el 27 de noviembre

El titular de Difusión Cultural de la UNAM rindió su primer informe

Carlos Paul

Según su responsable, entre los principales problemas de la Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dependencia que cuenta con un presupuesto de 568 millones, 575 mil, 390 pesos, precisamente figura el de la difusión, es decir, “cómo dar a conocer lo que la universidad realiza en materia cultural”, generada por las distintas direcciones generales, museos, centros académicos y la radio y televisión universitaria.

Por ello se creará un portal de información y servicios, un diario digital (cultura.unam.mx), explicó Sealtiel Alatriste, titular de Difusión Cultural, quien a casi un año de ocupar el cargo rindió ayer un informe sobre las “principales actividades y logros” durante 2008.

Adelantó, sin proporcionar mayores detalles, que será el 27 de noviembre cuando se inaugure –con cinco exposiciones– el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, el más importante proyecto cultural de las recientes décadas, recinto que será dirigido por Graciela de la Torre.

El funcionario universitario detalló también los seis ejes de su gestión: dar prioridad al público, para lo cual se contará, entre otras cuestiones, con una programación a mediano y largo plazos, “tomando en cuenta las expectativas de la comunidad artística y académica, así como de la sociedad en su conjunto”.

Se “incrementarán –prosiguió Alatriste– las actividades académicas; para ello se estructurará un programa que vincule la oferta cultural con actividades de reflexión, crítica e investigación. También se desarrollarán programas educativos paralelos a las exposiciones, enfocados a profundizar en el estudio del quehacer artístico y su repercusión en la sociedad”.

Actores públicos y privados

Entre los objetivos se prevé “expandir la presencia cultural dentro de la propia UNAM, generar vínculos con instituciones nacionales e internacionales y hacer más eficiente la comunicación (de la oferta cultural), utilizando nuevas técnicas”, explicó Alatriste.

El portal del diario digital universitario costará “alrededor de 200 mil pesos” y será instalado por la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico de la UNAM. Trabajarán para el mantenimiento y contenidos del mismo “jóvenes de servicio social de diferentes carreras”.

Asimismo, se adoptará un sistema de venta de boletos en línea: en cualquier taquilla universitaria se podrán adquirir para todos los recintos culturales de la institución.

La Coordinación de Difusión Cultural tiene planeado “obtener financiamiento externo”, ya que, apuntó Sealtiel Alatriste, “es fundamental la participación de actores públicos y privados” en ese rubro.

Se trata de “fortalecer o generar mecanismos que permitan la asociación con entidades privadas, mediante patronatos y fundaciones que recibirán donaciones, así como incentivar la colaboración interinstitucional.

“Uno de los grandes problemas de la UNAM son sus publicaciones”, reconoció Alatriste. “Muchas veces no se hacen llegar los libros a los alumnos. En este momento se tienen 111 unidades que publican libros e impresos. Lo que se edita es responsabilidad de cada unidad. Parte de esa producción se destina a Fomento Editorial, dependiente de la Coordinación de Difusión para hacerla llegar a las librerías.

“Ahora se restructurarán las librerías de la UNAM, se volverán a vender libros de otros sellos y se implementará un sistema antirrobos, ya que esa fue una de las causas por las que se dejó de ofrecer volúmenes de otras editoriales.

“Por instrucciones del rector José Narro Robles, en casi todas las dependencias universitarias se disminuirán los tirajes al mínimo para adecuarnos al público, algunas publicaciones sólo serán digitales y se reditarán los títulos con mucha demanda.”

Alatriste comentó que la apertura del Museo Universitario del Chopo se tuvo que diferir, ya que “hubo un cambio de estrategia. Nos dimos cuenta que las fachadas necesitaban una restauración importante que no estaba planeada, además de que se trabaja también para establecer una plaza pública enfrente del museo y un estacionamiento cerca del mismo (a tres cuadras)”.

 
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