■ La OEA insta a destinar más a esas disciplinas y a matemáticas
Admite Calderón que el país debe invertir más en ciencia y tecnología
El presidente Felipe Calderón reconoció que México está aún lejos de invertir en ciencia y tecnología en los mismos niveles de sus competidores, ya que el año próximo destinará 43 mil 450 millones de pesos a esas disciplinas, pero prometió “romper” esa inercia, que condena al país al estancamiento.
A tono con ese discurso, Albert R. Ramdin, secretario general adjunto de la Organización de Estados Americanos (OEA), también advirtió que América Latina está a la zaga en ciencia y tecnología, y llamó a los líderes de la región a destinar más recursos al sector y a la enseñanza de matemáticas.
En la inauguración de la segunda Reunión de Ministros y Altas Autoridades en Ciencia y Tecnología, en Los Pinos, Calderón si bien admitió la escasez de recursos destinados a estos campos, se enorgulleció de que en 2009 el presupuesto se incrementará 11 por ciento en comparación con el autorizado en 2008.
Agregó que a pesar del entorno económico adverso, también propuso aumentar en 6 mil millones de pesos los fondos para infraestructura educativa, de los cuales 3 mil millones son para la construcción de bachilleratos, universidades y tecnológicos.
México tiene muy claro, explicó, que el éxito o el fracaso de las naciones en el siglo XXI no dependen ni de las reservas petroleras ni de los recursos naturales ni de la infraestructura, sino del acceso al conocimiento.
Consideró ante los ministros que la inversión en ciencia y tecnología es segura en estos tiempos de “pánico mundial” por la crisis económica.
Ramdin, diplomático de Surinam, indicó a su vez que, en comparación con Asia y Europa, Latinoamérica va a la zaga en la enseñanza de matemáticas y ciencias, y llamó a hacer todos los esfuerzos necesarios para enmendarlo si la región quiere salir airosa en la competencia internacional.
Convocó a todos los líderes políticos del hemisferio a que otorguen a ciencia y tecnología su merecido sitio en las políticas de desarrollo, asignando más recursos financieros.
También les pidió promover la educación en matemáticas y ciencia desde las primeras etapas en los programas escolares, dando incentivos a quienes sobresalen en estas disciplinas, así como promover alianzas con otros países para optimizar el uso de los recursos tan limitados de que disponen.
En la ceremonia, Calderón entregó además el premio México de Ciencia y Tecnología al chileno Ramón Latorre, por sus aportaciones en el campo de la biofísica, especialmente acerca de la conducta de los canales iónicos en neuronas y fibras musculares.
Al recibir el galardón, Latorre explicó que sus aventuras científicas comenzaron cuando leyó Los cazadores de microbios, de Paul de Kruif, cuando tenía 12 años, libro que intercaló con los de Emilio Salgari y Julio Verne, por lo que, dijo, “yo era Sandokan venciendo a los piratas en los mares de Malasia, y Pasteur, encontrando microbios y venciéndolos con mis vacunas”.
El Presidente recordó su niñez, y dijo que también leyó a Salgari, no así El cazador de microbios, pero sí aludió a Triptofanito, del “querido” Julio Frenk, ex secretario de Salud de México.