■ Evita el Departamento de Estado hablar de la incursión estadunidense a un poblado sirio
Siria no controla su frontera con Irak para evitar el paso de combatientes, afirma EU
■ Indignación en la Liga Árabe por el ataque del Pentágono, que “abre la vía a nuevas tensiones”
Ampliar la imagen
Habitantes del pueblo atacado presuntamente por el ejército estadunidense en la zona este de Siria enterraron ayer a una de las víctimas entre consignas contra el gobierno y las fuerzas de Washington
Foto: Ap
Washington, 27 de octubre. El gobierno sirio debería esforzarse más para controlar su frontera con Irak y evitar el paso de combatientes extranjeros, afirmó este lunes un vocero del Departamento de Estado estadunidense, quien por otra parte no confirmó ni desmintió la responsabilidad de Washington en el ataque contra un pueblo sirio el domingo pasado.
“En los últimos cuatro años leímos mucho en los diarios sobre el tema de las infiltraciones en Irak a través de la frontera siria”, y aunque en años recientes Siria ha realizado gestos importantes –como restablecer vínculos diplomáticos con Líbano e iniciar negociaciones indirectas con Israel–, todavía le queda “mucho por hacer”, advirtió el vocero Sean McCormack en rueda de prensa.
Al mismo tiempo, el funcionario eludió los cuestionamientos de la prensa sobre la responsabilidad de Estados Unidos en el ataque cometido el domingo contra una localidad rural del este de Siria, en el que fueron asesinadas al menos ocho personas, entre ellas cuatro niños.
Sin embargo, un alto funcionario estadunidense, que solicitó el anonimato, declaró a la agencia de noticias Afp que dicha incursión armada sí fue hecha por tropas de Estados Unidos, y calificó la operación de un “éxito”, dado que lograron abatir a una persona que guiaba a los milicianos extranjeros que buscan pasar a Irak para pelear contra el ejército de ocupación.
El vocero del gobierno iraquí Ali Al Dabaggh aseveró que el ataque fue lanzado contra posiciones “terroristas” y guerrilleras. Por su parte, el canciller sirio Wallid Al Mouallem responsabilizó a Washington por lo que calificó de “agresión criminal y terrorista.” La Liga Árabe compartió la indignación y advirtió que este acto “abre la vía a nuevas tensiones.”