■ Perfomance que despierta conciencias

Sacude a Zacatecas el teatro de calle inglés

Arturo Cruz Bárcenas (Enviado)

Zacatecas, Zac., 24 de octubre. El performance es un poder que despierta conciencias; hace a la gente ir de un lado al otro en cualquier escenario, abierto o cerrado. Tal es la idea de Periplum, compañía teatral de Inglaterra, país que ha sido potencia mundial y que en esta ocasión llegó a la tierra de Ramón López Velarde, la noche del pasado miércoles, para incitar a unirse y gritar ¡paz, paz, paz!, en una de las manifestaciones de teatralidad más originales y efectivas del séptimo Festival Internacional de Teatro de Calle, que está en su apogeo.

No es una obra que tenga el ritmo de cámara lenta de la narrativa de León Tolstoi, en Guerra y paz. Los ingleses le imponen vértigo, emoción, drama.

A las ocho y media de la noche se apagaron las luces que rodean al Palacio de Gobierno. La penumbra cubrió la Plaza de Armas. Una voz en off recomendaba dejar las gradas, porque el espectáculo se vería mejor “así”. Muchos aceptaron la invitación.

Cantos de ecos en acantilados abrieron paso a blasones. Banderas de color rojo fueron en vaivén por la plaza, que en adelante sería un campo de batalla.

La obra presentada se llama La campana, símbolo mundial del despertar de los pueblos. En el clímax, con la turbamulta alebrestada, una campana forjada por la historia y la unidad surgirá de la fragua encendida. El fuego eterno proyectó su fantasma, su espectro, en la pared de la Catedral zacatecana.

¿Por quién doblan...?

Los ingleses hicieron recordar a los mexicanos al cura Hidalgo, la campana de Dolores… El anhelo de libertad cundió en este estado de paisajes rojizos, paleta de pintor, según López Velarde…

La Campana está inspirada en la película Andrei Rublev, de Tarkovsky. En la puesta de Periplum el público rodea a los actores.

Un largo aplauso fue el premio a una emoción donde la vida adquiere valores intensos. La guerra es la ausencia de paz. Hemingway en la memoria: ¿Por quién doblan las campanas?