■ Presentan Los Músicos de José su disco Chicotito Groove hoy en el Salón Covadonga
Colectivizar el proceso creativo con rock, jazz o salsa, la chamba
■ La gente nos conoció en el subterráneo y nuestra música se lleva bien con la fiesta
■ Tocamos en lugares de rock y no hacemos indi
■ La gente tiene ahora una actitud de sentirse alternativos
Ampliar la imagen El grupo Los Músicos de José durante su visita a las instalaciones de La Jornada Foto: Francisco Olvera
“Nunca carecimos de foros para tocar, porque tuvimos uno natural: la fiesta, que es de donde venimos. Si vas a un reventón, llevas tus bocinas y tus ampli- ficadores, y te pones a tocar…ya se chingaron y te escuchan; entonces no necesitamos un espacio, porque fiestas hay en todos lados; así comenzamos, con esa operación hormiga.
“La gente nos conoció en el subterráneo y nuestra música se lleva bien con la fiesta”, es el comentario en el que coinciden Aldo Max, Miguel Haller, David López y Paul Spalla, miembros fundadores de Los Músicos de José (LMDJ), banda de funk- acidjazz-rock, que gusta transitar por diversos senderos musicales.
Los LMDJ son de esas bandas que causan sensación a primera vista. Se escuchan potentes, prendidos, diferentes. Sin letras en sus rolas, te llevan a diversos lugares con una fina narrativa sonora.
Ahora, luego de su primer álbum de nombre homónimo, que les permitió cosechar varias presentaciones en festivales como el Vive Latino, así como muchos de jazz, entre otros, presentan su segundo álbum (“que acentúa el tono groove, el de la gozadera y la prendidez, sin olvidar las rolas suaves y cachondas jazzies”) titulado Chicotito Groove, que será lanzado con un concierto verifoquinespeshial, que se celebrará este sábado 25 a las 22 horas en el Salón Covadonga de la colonia Roma.
Fiesta de amigos
Los Músicos de José prometieron que será una fiesta completa, porque tocarán las rolas de este disco y algunos de las piezas de su producción anterior, además de contar con la participación de varios invitados especiales dentro de los que se encuentran músicos que participaron en la grabación de este álbum y amigos cercanos como Alejandro Otaola y Rita Guerrero (Santa Sabina), Arturo Báez (Big Band Jazz de México), Daniel Slotnik (Los Dorados), Jorge Whaley y Elías Herrera (ex miembros de LMDJ) y algunas otras sorpresas.
Los músicos… nunca han cambiado su estilo para entrar a algún nicho. De hecho, éstos se han adaptado a este tipo de propuestas; “la gente ya las asimila, acepta y sigue. Tocamos en lugares de rock y no hacemos rock indi. Los antros o los festivales han visto que hay público para este tipo de música. Por el estilo que desarrollamos se ha prestado a que públicos diferentes puedan conocernos. Creemos que la división de géneros ha quedado atrás, ahora hay público ávido de escuchar música como la que hacemos y al mismo tiempo de escuchar a bandas de heavy metal o de jazz. Incluso dentro de las mismas rolas de los LMDJ encuentras desde rock hasta el jazz o salsa”, dicen en entrevista.
Para no ser una banda de indi rock –que abundan–, a Los Músicos de José les fue muy bien con su anterior disco. Pasaron por festivales desde el Vive Latino hasta varios de jazz.
“Se ha creado un movimiento que demuestra que hay gente ávida de estos ritmos que desarrollamos, pero cuesta trabajo adaptarse a un ambiente de foros de rock, que es lo que más existe. Hace unos 10 años era complicado juntar a grupos de diversos géneros, pero ahora afortunadamente hay una actitud de la gente de escuchar otras cosas, de sentirse alternativos y oír a grupos raros. En esos casos estamos, sin alterar nuestra manera de tocar para entrar en el gusto de la audiencia, que ya no tiene esa visión de los años 80 de sectorizar los géneros.
“Hemos recibido felicitaciones desde abuelitos hasta niños, es algo que rebasa clases y edades.”
Su proceso creativo a cada quien le nace diferente, pero “la chamba es colectivizarlo, muchas rolas salen del saludable jam session, y lo retomamos o lo guardamos. También alguien llega con propuestas y otro pone un poco de su cosecha. Lo importante es la energía positiva que tenemos. Es pesado, pero hacemos lo que nos gusta, nuestras metas son a mediano plazo, vamos poco a poco”.
El disco , con “quiebres radicales, con rolas más grooveras, tiene los giros de género acentuados”, está compuesto por 11 cortes grabados en tres estudios, en los que se contó con la colaboración de diferentes productores. Seis temas fueron grabados por John Gibbe en Topetitud (estudio de Tito y Paco Ayala de Molotov) y producidos por Milo Froideval; otros tres fueron producidos y grabados por Edi Kristler y Ro Velázquez (Liquits) y dos más fueron grabados por Alejandro Colinas y producidos por Los Músicos de José en el estudio La Fábrica de Éxitos, dentro de los cuales se encuentra un tema que escapa por completo al estilo del resto del disco y con el cual demuestran que pueden interpretar salsa y vallenato.