■ Será procesado por “reiterados delitos de homicidio”
Prevén en Uruguay pena más severa contra el ex dictador Gregorio Álvarez
Montevideo, 24 de octubre. El Poder Judicial uruguayo confirmó el procesamiento con prisión del último jefe de la dictadura (1973-1985), el ex militar Gregorio Álvarez, quien pasará a ser juzgado por “reiterados delitos de homicidio muy especialmente agravados”, que contemplan una pena más rigurosa a la imputada inicialmente y que podría significarle cárcel por hasta 30 años.
La sentencia del Tribunal de Apelaciones en lo Penal, divulgada este viernes por la Suprema Corte de Justicia, confirma la resolución que decretó en diciembre de 2007 los procesamientos de Álvarez –último presidente del régimen de facto en Uruguay ente 1981 y 1985– y del capitán de navío Juan Larcebau. Empero, modifica la calificación delictual y encauza sus enjuiciamientos hacia la aplicación de una pena más severa, habida cuenta que la causa al final no admite un recurso ulterior.
En tal sentido, el texto elaborado por el ministro de la Corte José Balcaldi Tesauro revoca la figura de “desaparición forzada” atribuida al momento del procesamiento, que prevé un castigo de dos a 25 años de penitenciaría, e imputa “reiterados delitos de homicidio muy especialmente agravados”, que conllevan una pena de 15 a 30 años.
El texto de 95 folios, ratifica la responsabilidad de Álvarez en los traslados clandestinos desde Buenos Aires a Montevideo de presos políticos, que luego habrían sido ejecutados en el marco del Plan Cóndor, que coordinó la represión entre los regímenes militares de los años 70 en el Cono Sur.
Álvarez, quien el próximo mes cumplirá 83 años en una cárcel de las afueras de Montevideo que aloja a ex uniformados, ocupó asimismo entre 1978 y 1979 el cargo de comandante en jefe del ejército.
En 2006 firmó junto con otros nueve comandantes del ejército una carta abierta dirigida a los poderes del Estado y a la opinión pública, en la que asumen plenamente las responsabilidades de eventuales delitos cometidos durante la dictadura, aunque advirtió que “no es un mea culpa” ni un “arrepentimiento”, pues es preferible “caer de espaldas que de rodillas”.
Una segunda resolución judicial emitida en la jornada, resolvió acoger una prueba propuesta por la defensa de otro de los emblemas del régimen dictatorial uruguayo, Juan María Bordaberry, quien tras haber sido electo presidente constitucional en noviembre de 1971, dio un golpe de Estado en junio de 1973. Actualmente tiene 80 años y cumple prisión domiciliaria.
La sentencia redactada por el ministro Alfredo Gómez Tedeschi, admitió recibir las declaraciones del ex secretario estadunidense de Estado, Henry Kissinger, y del periodista e investigador estadunidense John Dinges sobre los denominados archivos desclasificados.