■ El proyecto de Sabines, igual que los de Roberto Albores y Pablo Salazar, afirma
El programa de subsidio a tarifas de luz, una farsa: consejo autónomo chiapaneco
■ Advierte que continuará la resistencia hasta que en la costa de Chiapas haya cuotas justas
San Cristóbal de las Casas, Chis. 24 de octubre. El Consejo Autónomo Regional de la Costa “alertó” a los pueblos y grupos sociales de Chiapas sobre el publicitado programa “Luz solidaria” y el convenio que acaba de firmar el gobierno de Juan Sabines Guerrero con la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Los considera “una farsa”.
El consejo, que reúne comunidades y barrios urbanos de los municipios costeros Pijijiapan y Tonalá, declaró: “Llevamos más de 14 años de resistencia civil en contra de las altas tarifas de energía eléctrica, sin pagar a la CFE ni al gobierno un solo peso, hasta que no haya una tarifa justa para Chiapas y México. Y nos vamos a mantener en resistencia hasta que eso no se cumpla y les queremos decir que no se rindan y que nos organicemos como pueblos para luchar en contra de los abusos y arbitrariedades de los malos gobiernos”.
El programa gubernamental, según el consejo, “es igual” al que aplicó Pablo Salazar Mendiguchía, de nombre “Luz vida mejor”, y el de Roberto Albores Guillén, “Luz amiga”. El programa sabinista consiste, se dice, “en un subsidio que se va a aplicar cada bimestre, en el cual el gobierno del estado va a aportar un porcentaje en dinero para que los recibos no vengan tan caros”.
Contra lo que afirma el gobierno (que es “un acto de justicia social para los chiapanecos”), el consejo regional considera “que es más bien un acto de cinismo y de descaro, como lo hicieron gobernadores anteriores”.
Cuestiona también el anuncio de una “tarifa preferente”, que son “migajas para tener controlada a la población en resistencia”, pero advierte que “no lo va a conseguir, porque vamos a seguir en resistencia hasta que no se cumpla lo que el pueblo demanda”. El programa es “mediático”, para que “no le hagan bulla a Sabines y para que siga vendiendo Chiapas a manos de trasnacionales y el capital extranjero se sienta a gusto e invierta en nuestro estado”.
Las tarifas siguen catalogadas en el mismo rango de consumo y de cobro. Para que en la región costa se tenga acceso al “beneficio al subsidio” se deben consumir menos de 450 KWH, “lo cual en nuestra zona es casi imposible, o es lo mismo con otras tarifas”. Y enumeran los motivos: la temperatura es entre los 28 y los 32 grados durante todo el año; el salario mínimo es de 45 a 50 pesos. En la costa la mayor parte de la población se dedica a la pesca, la agricultura o la ganadería, como simples trabajadores con sueldos precarios”. Por lo demás, “Chiapas es productor de más de 50 por ciento de la energía en el país”.
Según el comunicado del consejo, adherente de la otra campaña del EZLN, “la realidad es otra, no como lo plantea el gobierno; una persona, ya sea de ciudad o de campo, paga altas tarifas de luz”. A un pescador o un campesino le cobran bimestralmente de 500 a mil pesos. “Lo mismo a los que viven en la ciudad; los recibos están alterados y el servicio que proporciona es pésimo”.
Por eso el consejo está en “resistencia total ante el abuso” de la CFE. “No vamos a permitir que sigan jugando con el dolor de nuestra gente humilde y sencilla”. Anuncia que “seguirá caminando en la resistencia hasta que los gobiernos se den cuenta que no mandan ellos, sino mandamos la gente que estamos organizada”.
Cabe apuntar que la resistencia contra las tarifas y los abusos de la CFE se manifiesta en muchas partes del país, pero en Chiapas desde hace más de una década posee fuerza y esgrime razones muy elocuentes. En las tierras donde se genera la mitad de la energía eléctrica del país, mayoritariamente habitadas por pueblos indígenas y campesinos, las tarifas son proporcionalmente mayores que las que pagan las empresas de industria y comercio. Los pobres subsidian a los ricos.
En más de una década no han cesado los abusos de la empresa gubernamental. Tampoco disminuye la significativa resistencia en pueblos y barrios de todo el estado, en los asentamientos de damnificados por los huracanes, en las comunidades zapatistas de las montañas y la selva.
El 40 por ciento de los usuarios domésticos de Chiapas se encuentran en procesos de resistencia, según admite un nuevo informe de la Secretaría de Hacienda estatal. Hasta los municipios oficiales están ahogados por la deuda eléctrica. A más de la mitad de los 118 que componen el estado podrían suspenderles el servicio.