■ Tiene buenos gimnastas, aseguraron Nadia Comaneci y Bart Conner

México debe abocarse a otras disciplinas, no sólo al futbol

■ Los ex atletas participaron en el primer Congreso Mundial del Deporte

Abril del Río

Ajenos a toda polémica y políticas en torno a los logros del deporte mexicano, Nadia Comaneci y su esposo, el estadunidense también ex gimnasta Bart Conner, afirmaron que México tiene buenos gimnastas; sólo es cuestión de enfocar los objetivos en otras disciplinas que no sean únicamente futbol, como sucedió en los 70 en aquella Rumania que dio a la reina de Montreal 76.

Comaneci se mostró complacida tras una más de las muchas visitas que desde adolescente ha hecho a México, en esta ocasión para el primer Congreso Mundial del Deporte, en cuya inauguración, Alejandro Hütt, presidente del comité organizador, destacó la importancia de la profesionalización y la participación de empresas para el desarrollo deportivo.

La gimnasta de la primera calificación perfecta y Conner, ambos con 11 medallas olímpicas (nueve de Nadia), compartieron sus experiencias personales y de éxito con 500 personas mediante la plática que ambos tienen estructurada, pues parte de sus “negocios”, como definieron sus actividades, es promover el deporte por el mundo mediante conferencias motivacionales.

Comaneci y Conner han hecho buena mancuerna. Una academia de gimnasia, una empresa fabricante de equipo para esta disciplina y una revista especializada, además de una fundación de ayuda a niños desprotegidos, son las tareas en las que se ocupa la pareja que contrajo matrimonio en 1996, en Rumania, país del que Nadia había huido seis años antes.

Con algo más de la escasa expresión que la distinguió cuando era competidora, Comaneci recordó aquella calificación de 1.00, pues en Montreal aún no se había destinado un tablero con cuatro dígitos. “Primero pensé que no era algo muy bueno, pero después pensé que era mucha bondad de los jueces”.

Conner fue ameno al relatar su relación con Nadia, a quien conoció en 1975 en una competencia en Estados Unidos, cuando un fotógrafo del New York Times les pidió posar para una foto, momento que él tuvo que recordarle que en 1991 Nadia había escapado del régimen rumano y la encontró en Montreal.

Comaneci compartió algunas anécdotas de su llegada a América, donde nadie la reconocía 15 años después de haberse convertido en gloria mundial. “Al enterarse que era yo, una vez una persona me dijo: ‘oh, pero eras tan bonita a los 14…, y yo no sabía qué decir.

“En otra ocasión, una azafata en un avión que notó fuerza en mis piernas me preguntó que si era deportista. Le respondí que era gimnasta, y en la plática me dijo: “ah, te crees Nadia Comaneci’, y al decirle: ‘soy Nadia Comaneci’, se puso tan nerviosa que me derramó el café en la blusa, la cual me cambié después y se la regalé autografiada.”

Las preguntas de los asistentes a la primera jornada del congreso se dirigieron a solicitarle consejos para que México tenga gimnastas de éxito, a lo que los esposos aseguraron que “los hay, sólo debe trabajarse de la manera correcta.

“Cuando yo gané, Rumania tampoco era una potencia y todo era futbol”, dijo Nadia, mientras Conner citó a la perfección a las mejores exponentes mexicanas, desde la retirada Denise López hasta Marisela Cantú, finalista en Pekín 2008.

Mientras los gimnastas partieron a toda prisa hacia el aeropuerto, los congresistas, en su mayoría deportistas, dirigentes de federaciones, promotores y productores de material deportivo, pasaron la tarde entre los stands de la Expo, en sesiones publicitarias y autógrafos con deportistas.

La mayoría de las conferencias en la primera jornada fueron de orden técnico, así resultó la denominada “Futbol: negocio redondo”, en la que promotores de Argentina hablaron de la proyección de los equipos.

En tanto, Pat Williams, vicepresidente del Orlando Magic, habló del éxito comercial del club de la NBA, mientras representantes de televisoras expusieron aspectos de entretenimiento y turismo en torno a nuevas modalidades de deportes extremos.