■ El presidente francés quiere controlar ese medio, acusa la oposición
Nicolas Sarkozy reforma la televisión pública; incluye la supresión de la publicidad
■ Modifica el sistema de nombramiento de los directivos de los diversos canales
París, 22 de octubre. El gobierno francés adoptó el miércoles un proyecto de ley que modifica el funcionamiento de la televisión pública, iniciativa que según la oposición pone de manifiesto la voluntad del presidente Nicolas Sarkozy de controlar este medio de comunicación.
El proyecto incluye la supresión de la publicidad y modifica el sistema de nombramiento de sus directivos.
Desde que fue anunciada hace un año por Sarkozy, esta reforma provocó una airada polémica sobre el financiamiento y la independencia de la televisión pública.
Para explicar esta medida Sarkozy había argumentado la “calidad del servicio público, que no puede funcionar según criterios puramente mercantilistas”.
El proyecto, que prevé la supresión de la publicidad de la televisión pública por etapas entre 2009 y 2011, fue anunciado este miércoles por Christine Albanella, ministra de Cultura y Comunicación.
Para compensar los ingresos que la sociedad France Television dejará de percibir, el gobierno garantizó un aporte de 450 millones de euros, obtenidos de un impuesto de 3 por ciento sobre las ganancias por publicidad de las cadenas privadas y de 0.9 por ciento sobre el volumen de negocio de los operadores de telecomunicaciones.
Además, el impuesto audiovisual de 116 euros anuales que paga en Francia cada hogar contribuyente irá en aumento, según el alza de la inflación.
Regalo para las cadenas privadas, dicen
Para la oposición, se trata ni más ni menos que de un “regalo” de Nicolas Sarkozy a las cadenas privadas y a uno de sus amigos, el empresario Martín Bouygues, patrón de una las grandes multinacionales de la construcción y propietario de la principal cadena privada, TF1.
Las cadenas TF1 y M6 recuperarán la publicidad que dejará de lado la televisión pública, aumentando de manera sustancial sus ingresos por este concepto, a pesar del 3 por ciento de gravamen suplementario, según la oposición.
La reforma también establece la integración de las cinco cadenas de France Television en una sociedad única, lo cual provocó inquietud entre numerosos periodistas de este servicio público, que temen ver amenazado el pluralismo.
No obstante, la medida que provocó mayores reacciones está relacionada con el nombramiento del director general de France Televisión.
Por petición expresa de Nicolas Sarkozy, será nombrado por el gobierno para un periodo de cinco años, previa aprobación de la autoridad de control del sector audiovisual (CSA) y por comisiones parlamentarias competentes.
Hasta ahora, este nombramiento era competencia de la CSA. El hecho de que esta facultad pase al gobierno fue considerado por los socialistas y algunos sindicatos como una voluntad de tomar el control de este importante medio.
El actual director de France Televisión, Patrick de Carolis, había expresado claramente su desacuerdo con la reforma e incluso había considerado dimitir para oponerse a ella, calificando de “estúpidas” las declaraciones de Sarkozy sobre la calidad de los programas de la compañía.
“Al privar a las cadenas públicas de publicidad, es decir de recursos externos, se pone a éstas en manos del Estado, lo que no es bueno en el plano político ni tranquilizador desde el punto de vista financiero”, estimó el jefe del Partido Socialista, Francois Hollande.
Según la ministra de Cultura y Comunicación, la nueva televisión pública hará hincapié en los programas, sobre todo de producción francesa.