■ Compañía polaca cerrará la séptima edición del encuentro, que se realiza en Zacatecas

La pluralidad, premisa del festival de teatro de calle, dice Bruno Bert

■ El loco viene, de Vaca 35, y Danzón dedicado a la calle, de Las Danzoneras, ambas de México, y Rapsodia de gigantes, de Suiza, entre lo más destacado de la jornada

Arturo Cruz Bárcenas (Enviado)

Zacatecas, Zac., 22 de octubre. El director artístico del Festival Internacional de Teatro de Calle de Zacatecas, Bruno Bert (Turín, Italia, y “ahora orgullosamente mexicano”), quien anunció que dejará el puesto que ha desempeñado desde hace siete años, explicó que la actual séptima edición de este encuentro tiene como concepto distintivo la pluralidad. “En 2007 abríamos y cerrábamos desde la antropología a la máquina. Ahora, no todo es la zona privilegiada del teatro de calle en Europa, en países como España o Francia, o Alemania, sino que buscamos naciones alternas. Este año abrió Francia, pero cerrará Polonia, que tiene un concepto totalmente diferente de este arte”.

Bert explica: “El grupo, de Cracovia, plantea una narrativa más apegada a los cánones tradicionales de teatro. Son las fragancias del tiempo, los recuerdos de un niño. Lo que se verá tiene un sabor mucho más antiguo y menos de las vanguardias. Es menos abstracto y más cercano a lo que la gente hoy llama teatro. Cuando las personas ven teatro de calle se preguntan si es teatro.

“En medio de eso está Periplum, de Inglaterra, con su espectáculo La campana. Italia y Suiza también están en medio. En lo nacional hay un pequeño monólogo sobre las adicciones. Es un juego. No soy partidario del teatro como vehículo que está al servicio de una idea, pero hay teatro-danza con una obra que habla de la contaminación ambiental.”

Cambiar para renovarse

Sobre su posible retiro, aseguró que sería para dar paso al cambio, para evitar anquilosamientos. “Tal vez me quede un año más, pero no me interesa, para nada, fosilizarme, pues eso estaría en contradicción con mi propio pensamiento, que es: no se debe sacar a un funcionario antes de que pueda cimentar su proyecto, pero tampoco perpetuarse como cucaracha debajo de los muebles”, dijo en entrevista.

Su objetivo fue estabilizar el festival y dejarlo con suficiente movilidad “para que quien lo tome, sea quien sea, tenga la posibilidad de continuar e inclusive renovar. En 2009 ocurrirá un fin de sexenio y será el último festival durante el periodo de la gobernadora Amalia García. Al siguiente ya no estará. Hay que dejar espacios con una identidad. El desarrollo del teatro de calle en Zacatecas significa la consolidación de este arte mexicano a escala internacional. Aunque me quede un año más ya estoy diciendo que me voy. Tengo 64 años, pero ésta es una nostalgia linda. Además, siempre estaré a disposición del festival, aunque no lo dirija”.

Cabe señalar que bajo su dirección se creó hace dos años la Compañía Estatal de Teatro de Calle. “Sólo he apoyado lo que Zacatecas decide respecto de su propio teatro. Jamás he seleccionado una obra zacatecana; tan sólo he participado con el jurado correspondiente. Ojalá pudiera haber 10 compañías de la entidad.”

Un día de teatro de calle para el transeúnte, para los alumnos de las escuelas que llegan por orden del maestro, para los profesionales del arte dramático, para las familias que salen de sus casas con la finalidad de ver algo más que televisión: el grupo Vaca 35, del Distrito Federal, presentó El loco amor viene; la compañía Las Danzoneras, Danzón dedicado a la calle, y Trickster Teatro, de Suiza, tuvo una gran respuesta con Rapsodia de gigantes.

Gran logro con pocos recursos escenográficos

A un costado del antiguo templo de San Agustín, Vaca 35 presentó la historia de amor de María y Juan, que se hallan y comienzan a buscarse, hasta que se dan cuenta de la imposibilidad de ser pareja, porque ella tiene una relación con un gigante que retará a muerte a Juan. El público aplaudió las actuaciones de los integrantes de esta compañía, que con pocos elementos escenográficos logró comunicar los sentimientos de pareja.

En entrevista, Gabriela Ambriz (María) expuso que Vaca 35 debe su nombre a que cada semana el grupo da 35 pesos para hacer una vaca (cooperación), con lo cual planean sus proyectos. “Éste es el primer montaje y está dirigido por Damián Cervantes. Somos egresados de la Escuela Casa del Teatro, del Distrio Federal, en Plaza de la Conchita, en Coyoacán.

“Tanto en un foro como en un lugar abierto, todo implica alguna dificultad, y también tiene su aprendizaje, su creativdad; todo es cosa de trabajar la voz y la energía para atrapar al público. Esto es lo más difícil, pero lo hemos conseguido, inclusive con niños. Aquí nos sorprende que el público asista a los espectáculos, lo cual no se da en el DF. Esta obra la llevaremos a Mazatlán en noviembre”, agregó.