Cultura y arte a raudales
■ La hija de Rapaccini tendrá tres funciones en el teatro Principal, en Guanajuato
Restrenan “la única aventura teatral” de Paz
Guanajuato, Gto., 22 de octubre. La hija de Rappaccini (1956), obra de teatro que Octavio Paz dedicó a Leonora Carrington, se restrena este jueves a las 18 horas en el teatro Principal, en el Festival Internacional Cervantino (FIC), como parte de las conmemoraciones por el décimo aniversario luctuoso del poeta y premio Nobel mexicano.
La dedicatoria fue “una de las directrices que tomamos”, expresó Antonio Castro, director del montaje: “En todo momento pensar cómo reaccionaríamos Mónica Raya (la escenógrafa) y yo hoy día frente al surrealismo y este entorno onírico, porque ciertamente hay una enorme preocupación por construir la realidad mediante el sueño, un elemento muy reiterado en toda la obra”.
Castro vio imágenes de la escenografía que Carrington hizo para el montaje original en el desaparecido teatro El Caballito: “Sí, vimos mucho los cuadros de Leonora y en particular resultaron centrales para nuestra lectura del mensajero”.
El surrealismo estuvo muy presente, “sobre todo el aspecto onírico, un problema que obsesionó a los surrealistas y que encuentro muy interesante: cómo representar el sueño en el arte. La obra está escrita desde la perspectiva de una vanguardia mexicana”.
Castro fue invitado por la Coordinación Nacional de Teatro, del Instituto Nacional de Bellas Artes, a dirigir esta “única aventura teatral” de Paz, cuya obra, en especial la ensayística, admira mucho.
Pieza fundacional
Escrita para Poesía en Voz Alta, proyecto que propuso renovar las formas del teatro, para Castro La hija de Rappaccini se tornó “fundacional de la puesta en escena contemporánea del país”, ya que fue polémica. “Se discutió mucho; a algunos les gustó, a otros no.”
Vista a la distancia, para el director de teatro “una de las razones que hicieron que la obra fuera vista como una rareza es porque en efecto no se parece en nada a lo que se hubiera escrito en esta época”.
De hecho, La hija de Rappaccini está “muy emparentada con el teatro japonés (Paz ya había estado en Tokio) y el teatro bailado en la India (adonde también había viajado)”.
Es una obra, entonces, donde “se siente el peso de la fábula que está vuelta a contar una y otra vez”. Esta fábula “erótica” contada por Paz adquiere además una dimensión filosófica.
La hija de Rapaccini también se escenificará el viernes y el sábado en el mismo recinto. Asimismo, el jueves 30 a las 20 horas comenzará temporada de cinco semanas en el teatro Julio Castillo.