■ Una de cada tres víctimas ha considerado esa posibilidad
Agresiones sexuales, detonante de pensamientos suicidas: Inmujeres
La violencia en las relaciones de pareja es uno de los detonantes de pensamientos suicidas, revela un análisis realizado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), el cual precisa que son las agresiones sexuales las que con disparan estas ideas de quitarse la vida, al grado que una de cada tres víctimas ha considerado esa posibilidad.
En el mundo, una de cada cuatro mujeres señala haber sido víctima de violencia sexual por parte de su pareja, y en el caso de México 7.8 por ciento de las mujeres de 15 años y más revelaron haber experimentado agresiones de su compañero.
En el análisis denominado Violencia en las relaciones de pareja, el instituto precisa que las mujeres que experimentan violencia sexual sólo recurren a la atención médica cuando el abuso es “extremadamente severo”, y apunta que de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2006 casi tres de cada 10 mujeres agredidas de esa forma recibió atención médica.
De acuerdo con otro documento del Inmujeres, la violencia sexual en el seno de la pareja se empezó a dar conocer hace poco tiempo, pues por lo general ese problema quedaba dentro del hogar y casi no se presentaban denuncias, ya que no se consideraba abuso sexual la agresión sufrida en una relación de pareja.
La violencia sexual es toda forma de conducta consistente en actos u omisiones ocasionales o reiterados y cuyas formas de expresión incluyen inducir a la realización de algunas prácticas sexuales no deseadas o que generen dolor, práctica de la celopatía para el control, manipulación o dominio de la mujeres y que generen un daño.
Según encuestas realizadas en el país, la práctica más común de violencia sexual es obligar a la mujer a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad, pues nueve de cada 10 afectadas lo reconocen y en segundo lugar está obligarla a realizar actos sexuales aunque le desagraden.
Según la última Endireh, 8 por ciento de las mujeres aún consideran que es una “obligación” tener relaciones sexuales con su esposo, aunque no lo deseen.