■ Anuncian en Monterrey cierre de la neoleonesa Aladia; ASA promoverá revisar regulación
Aerolíneas deben cumplir obligaciones financieras y fiscales, advierte la SCT
■ Pide Canaero que el precio de la turbosina se fije según la cotización del petróleo mexicano
Ampliar la imagen En el aeropuerto de Atenas se avisa de la cancelación de vuelos debido a un paro de 24 horas que llevaron a cabo trabajadores de la terminal aérea para protestar por las políticas económicas del gobierno de Grecia Foto: Ap
En medio de un conflicto con varias líneas aéreas, el anuncio del cierre de la regiomontana Aladia y elevados precios de la turbosina, el subsecretario de Transportes, Humberto Treviño, encabezó la conmemoración del Día de la Industria Aérea con la advertencia de que el gobierno federal “no bajará la guardia” para garantizar la seguridad aérea, para que no se distorsione el proceso de competencia y que las empresas cumplan con sus obligaciones financieras y fiscales.
A su vez, el director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Gilberto López Meyer, anunció que promoverá una revisión profunda de la regulación económica aeroportuaria, a fin de mejorar la transparencia de sistemas, la coparticipación y corresposabilidad de todos los que toman decisiones en este negocio.
Mientras, el presidente de la Cámara Nacional de Aerotransporte de México (Canaero), Javier Christlieb, propuso que el precio de la turbosina no se fije con referencia en el precio internacional del crudo, sino con base en el precio del petróleo mexicano, debido a que la turbosina es un derivado del hidrocarburo que se extrae del subsuelo nacional.
Mientras en la ciudad de México las autoridades de transportes y aeroportuarios conmemoraban el Día de la Industria Aérea, en Monterrey la aerolínea y empresa integradora de servicios turísticos Aladia, con apenas dos años de vida, anunció la suspensión de operaciones “debido al difícil entorno económico que ha venido enfrentando la industria aérea en los últimos meses, sumado a la crisis económica y financiera internacional”.
El cierre, señaló la empresa que hasta ayer presidió Alberto Morales, responde a la imposibilidad de tener financiamiento y capital adicional, por lo que no cuenta con recursos suficientes para garantizar la seguridad de sus aeronaves, operar con calidad para sus clientes y atender a sus proveedores.
Sin embargo, la empresa dejó abierta la posibilidad de retomar vuelo una vez que restructure sus obligaciones de pago en forma ordenada. Anunció que en beneficio de sus acreedores iniciará la solicitud de concurso mercantil, “para que mediante un especialista, nombrado por el Instituto Federal de Especialistas en Concursos Mercantiles, coadyuve a conciliar los legítimos intereses de ellos y de la empresa”.
En la capital del país el subsecretario de Transportes, Humberto Treviño Landois, advirtió ante representantes de la industria aérea que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) “no bajará la guardia” para garantizar la seguridad aérea, por lo que continuará “con la aplicación estricta de las verificaciones a las empresas de aviación civil, a fin de garantizar que los operadores aéreos cumplan de forma adecuada con la normatividad vigente”.
Pero la labor del gobierno federal no se concentra sólo en las condiciones de seguridad de la flota de cada empresa, sino que en lo que va del año se ha ocupado de tareas que van desde la regulación del mercado, hasta la suspensión de empresas que no están al corriente de sus obligaciones fiscales por el uso y aprovechamiento del espacio aéreo mexicano.
Treviño Landois puntualizó que la SCT “busca evitar que se distorsione el proceso de competencia en la industria aeronáutica, al exigir a las empresas que cumplan con sus obligaciones financieras, incluyendo las aeroportuarias, y por el uso, goce y aprovechamiento del espacio aéreo mexicano”, a través de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam).