■ Fue custodiada por vigilantes
Ana Guevara provocó nerviosismo en el CDOM
La llegada de Ana Guevara al Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM) causó temor y nerviosismo, al grado de que fue custodiada por una policía en la villa femenil hasta que se retiró del recinto en menos de una hora.
En vez de molestarla, le dio risa el movimiento que provocó entre los guardianes de seguridad por su breve estadía, en un lugar donde vivió una década cuando era deportista, y al que ha ido en un par de ocasiones recientes para recoger las cosas que tiene en un cuarto, pero le han negado la entrada.
“Ahora resulta que tengo que pedir permiso”, dijo con ironía la subcampeona olímpica de Atenas 2004, quien recordó que durante los años que vivió en ese lugar jamás portó gafete, mucho menos solicitó la autorización de algún empleado para ingresar al CDOM.
Comentó que no ha podido sacar todo lo que tiene en el inmueble, porque ni su camioneta le permiten ingresar hasta la villa, como en el pasado.
La acción de las policías (llegó otra) y un hombre de traje con cara de pocos amigos, que reportaban con sus radios los movimientos de la sonorense, hizo recordar los tiempos en que Salvador Halcón García ponía en jaque a los directivos por denunciar sus arbitrariedades, que luego le costaría pisar dos veces la cárcel y salir exculpado después.
A su paso se encontró con la clavadista Paola Espinosa, con quien intercambió algunas palabras y cuando se dirigía a la salida, escuchó un “Adiós Ana” de sus ex compañeras velocistas, quienes estaban en la pista. En el estacionamiento subió a su motocicleta y con dos acompañantes, la directora del Instituto del Deporte del Distrito Federal fue despedida por los guardianes con “un tómale la hora de salida”.