Cultura y arte a raudales
■ Desde Guanajuato llegará a Stanford, Nueva York y Belfast
Por primera vez, el FIC programa un concierto “simultáneo” en varias urbes
Guanajuato, Gto., 20 de octubre. Por primera vez, el Festival Internacional Cervantino (FIC) ha programado un concierto “simultáneo” que tendrá lugar en Guanajuato y en las ciudades de Nueva York y Stanford (Estados Unidos), así como en Belfast, Irlanda.
Se trata de una producción del Instituto de Cultura de Guanajuato, el FIC, las universidades de Stanford, de Nueva York; de Queens, en Belfast, y el Centro de Investigación en Matemáticas, de esta capital.
Encuentros multidimensionales, que se efectuará este martes 21 a las 20 horas en la Plaza Allende (la explanada frente al teatro Cervantes), comenzará con la sonorización en vivo del binomio de música electroacústica guanajuatense, La Rana Sorda, de la película muda Häxan (1921), del danés Benjamin Christensen.
Enseguida, se realizará el concierto simultáneo dirigido por el trío RM2+CC, integrado por Roscoe Mitchell (Art Ensemble of Chicago), el chelista Chris Chafe y el compositor Roberto Morales en el piano y las computadoras.
En Stanford estarán Pablo Cáceres y Fernando López Lezcano; en Nueva York, el trío formado por Robert Rowe, piano; Lars Graugaard, en la flauta, y David Schroeder, en el saxofón, mientras que en Belfast, Alain Renaud, en los teclados, y el mexicano Miguel Ángel Ortiz Pérez, en el chelo.
¿Qué música se va a escuchar? “La de hoy, la contemporánea”, contesta Roberto Morales, investigador de la Universidad de Guanajuato. También se escucharán “diferentes sensaciones y percepciones”, según el lugar de procedencia, porque en Belfast, por ejemplo, será de madrugada y estarán en un lugar cerrado con buena acústica.
Chris Chafe, quien, como Morales, ha participado ya en conciertos de esta índole, expresa que de un año a otro hay cambios por razones tecnológicas: “Las cosas mejoran, aunque no porque la música ejerza presión contra dicha frontera. Sin embargo, los músicos sí están componiendo en la ola de la nueva tecnología, y como cualquier frontera siempre hace falta una especie de astronautas que experimenten con ella”.
Para Chafe, la “composición” por escucharse distará mucho de aquella tocada en un escenario donde está presente “todo mundo”. Ahora, se trata de un “nuevo escenario”.
Varios anchos de banda
El concierto, cuya duración será de una hora y 15 minutos, aproximadamente, tiene una estructura de más o menos ocho secciones, que “implican diferentes elementos con los que se va a trabajar”, explica Morales.
Durante los cinco meses que llevan elaborando el proyecto, han experimentado con “diferentes anchos de banda en la red, distintos tipos de reacciones, el por qué decidimos trabajar con los grupos en cuestión –son personas que no se conocen personalmente– y la maleabilidad que le pueden dar”.
El compositor hace hincapié en “la capacidad de negociación de los músicos ante situaciones distintas”, aunque aclaró que casi todos los participantes, con excepción de Roscoe, “tenemos experiencia en conciertos hechos en red, entonces, sabemos de estas posibilidades y limitaciones”.
La improvisación, entonces, se tomará en cuenta más como una composición en tiempo real, “donde finalmente tenemos que negociar con objetos y situaciones sonoras, y además darle una coherencia musical adecuada”.