■ Busca influir en los aspectos emocionales, de alimentación y ejercicio físico de alumnos
Prepara SE plan de acción para reducir la violencia en escuelas
■ Axel Didriksson considera severos los índices registrados en su entorno
■ Se han convertido en formadoras de adictos, obesos e iletrados, dice
■ La propuesta incluirá regular cooperativas
Ampliar la imagen De 1984 a 1998 disminuyó en casi 30 por ciento el consumo de frutas y verduras en el país y creció en 37 por ciento el de refrescos, lo que significa el principio de un problema de salud (sobrepeso y obesidad), que “lamentablemente viene de la escuela y está en la educación”, afirmó el titular de Educación, Axel Didriksson Foto: Guillermo Sologuren
La Secretaría de Educación (SE) del Distrito Federal elabora un plan de acción que tiene como eje incentivar cambios en la cultura de la población escolar, que incluye desde su actividad educativa, emocional, social y comunitaria, hasta modificaciones en sus hábitos alimenticios y ejercicios físicos, a fin de reducir los “índices de violencia severos” que existen en el entorno de los planteles escolares y evitar los problemas de obesidad y sobrepeso que, según cifras oficiales, enfrenta casi la mitad de los estudiantes en la ciudad.
Durante su participación en el foro Alimentos y obesidad en las escuelas del Distrito Federal, el titular de la dependencia, Axel Didriksson Takanayagui, afirmó que en los 20 años anteriores, la escuela pasó de ser una institución que formaba para la cultura, la que movilizaba estudiantes en contra del autoritarismo, luchaba a favor de la democracia y del desarrollo de sociedades plurales, a un espacio “donde se forman obesos, iletrados, gente que lee pero que no comprende lo que lee, con aprendizajes poco significativos, y que generan violencia en su interior”.
Luego de señalar que en breve dará a conocer un estudio sobre el bullyng (peleas entre estudiantes) en centros escolares, donde el ejercicio del “golpe diario” es considerado como una práctica pedagógica, consideró que no se puede permitir que una escuela, que puede ser la plataforma de una sociedad distinta, “se nos esté convirtiendo en la base para crear una sociedad violenta, llena de inseguridad, y que de ahí nacen adictos y obesos”.
En el caso de la alimentación, refirió que tan sólo en el periodo de 1984 a 1998 disminuyó en casi 30 por ciento el consumo de frutas y verduras en el país y creció en 37 por ciento el de refrescos, lo que significa el principio de un problema de salud (el sobrepeso y la obesidad), que “lamentablemente viene de la escuela y está en la educación”, apuntó.
Como gobierno, agregó: “debemos hacernos cargo de los que hoy están en prescolar hasta el bachillerato, para contar con una generación distinta en los próximos años. Tenemos que tomar los pasos necesarios para prevenir y modificar una tendencia, que de no corregirse puede llegar a ser muy grave”, advirtió.
Dijo que el plan de acción que busca modificar el patrón cultural, educativo, alimenticio y físico de los niños y adolescentes, con la participación de diferentes dependencias capitalinas, será presentado a la Asamblea Legislativa, porque también se contempla modificar el reglamento de las cooperativas escolares y establecer una mayor injerencia de la ciudadanía en la gestión de la escuela.
Explicó que una de las primeras actividades será la realización de una campaña de difusión en todas las escuelas públicas para evitar el sobrepeso y la obesidad, en la que se distribuirán carteles y cartillas con dietas y combinación de alimentos, que estará dirigida a toda la población, pero en particular a las mujeres, que son quienes tienen la centralidad en la elaboración de los alimentos y quienes sí cambian sus hábitos alimenticios impactan en el resto de los integrantes de la familia.
Respecto al tema de seguridad, adelantó que junto con la Secretaría de Seguridad Pública y la procuraduría capitalina se pretende trabajar en cerca de 700 escuelas, donde se han detectados altos índices de violencia.