■ A un mes del desbordamiento de 40 ríos, casi 4 mil personas continúan en albergues
En sólo 4 días cayeron en Veracruz 57% de las lluvias que recibe el país al año: Conagua
■ Se han atendido 12 mil casos de infecciones de piel y gastrointestinales; pérdidas totales en 2 mil comercios
Minatitlán, Ver., 20 de octubre. El sur de Veracruz recibió durante cuatro días –del 22 al 26 de septiembre pasado– 400 milímetros de agua de lluvia por metro cuadrado, más de la mitad de los 700 milímetros que llueven anualmente en todo México, informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Esto provocó que más de 40 ríos salieran de sus cauces, e inundaran cientos de poblados.
A un mes del desbordamiento del río Coatzacoalcos, los veracruzanos no se reponen de la contingencia, y cientos de familias viven entre agua anegada y podrida.
En Minatitlán, el municipio más afectado, la corriente del Coatzacoalcos fracturó el bordo de protección, al cual provocó un boquete de 42 metros de largo que anegó 20 por ciento de la ciudad, al igual que 133 comunidades rurales. En el malecón y las colonias Playón Sur, 26 de Abril, Ampliación Playón Sur, Guayoconal, Tacoteno, La Guadalupana y Ampliación Guayoconal, el agua superó dos metros de altura.
Autoridades municipales calculan que unas 5 mil familias –unas 25 mil personas– perdieron todo, pues el agua invadió sus viviendas y destruyó muebles, ropa, utensilios y electrodomésticos, además en algunos casos, debilitó hasta cimientos y muros de viviendas.
Por si fuera poco, la red de agua potable y el sistema de drenaje sanitario se colapsaron, lo que dejó contaminado el líquido para consumo humano, e hizo que aguas negras se mezclaran con la corriente. Hasta la fecha, la Secretaría de Salud estatal ha atendido en la región 12 mil casos de infecciones epidérmicas y gastrointestinales, debido a contacto con lodo y aguas podridas.
Minantecos mayores recuerdan dos inundaciones de la ciudad, pero no de tal magnitud. Una en 1970, cuando el caudal del Coatzacoalcos se elevó tres metros sobre su nivel normal, y en 1999, cuando se ubicó en 2.48 metros. Entre 22 y 23 de septiembre pasados, la altura del río fue de 3.30 metros, rebasó el muro de contención en la zona urbana y se explayó más de tres kilómetros en la zona rural.
“De lo perdido lo que aparezca”
El pasado fin de semana, a cuatro semanas de la inundación, la mayoría de los comercios ubicados sobre el malecón ribereño, lo mismo que en las colonias Playón Sur y Centro, reabrieron tras el drenado del agua. El gerente de la Conagua en la zona Golfo, Víctor Manuel Esparza, indicó que se desalojó un millón de metros cúbicos de agua (mil millones de litros del líquido anegado) con bombas extractoras.
La zona centro de la ciudad, que la Armada de México tuvo acordonada, fue liberada hace una semana, pero en algunas calles como Amelia Riveroll y bulevar Francisco I. Madero, el agua supera 30 centímetros de altura.
Sofía Anzures tiene 30 años de locataria en el mercado 5 de Febrero y no recuerda una inundación igual. El lugar donde vende ropa y zapatos sufrió pérdidas totales. “El agua se llevó 100 mil pesos de mercancía que aún debo”, dijo. Al igual que ella, 450 comerciantes de ese mercado iniciaron la limpieza y reparación de sus locales.
“Por cada lugar hay que invertir en reparación entre 10 y 18 mil pesos, y el gobierno estatal sólo prometió ayudarnos con 3 mil pesos en vales para comprar artículos domésticos. No es suficiente, pero de lo perdido, lo que aparezca”, afirmó María Isabel Rosas, mientras ayudaba al albañil que contrató para restaurar su fonda, que estuvo más de dos semanas bajo el agua.
La Cámara Nacional de Comercio en Minatitlán calcula que unos 2 mil establecimientos comerciales, entre ellos los mercados Popular y 5 de Febrero, tuvieron pérdidas totales por el meteoro.
Ayuda con tintes partidistas
La alcaldesa de Minatitlán, Guadalupe Porras David, aseguró que el ayuntamiento a su cargo distribuyó 90 mil despensas, material de construcción y vales para adquirir enseres domésticos “sin distinción alguna”, pero en colonias y comunidades rurales, damnificados sostuvieron que la edil excluyó a familias que no militan en el Partido Revolucionario Institucional.
En la última semana, casi mil pobladores de las colonias Capoacan y Playón Sur realizaron dos plantones de protesta frente al ayuntamiento minanteco para exigir agua potable y víveres que empleados municipales niegan a personas no identificadas con el tricolor.
“Hay 2 mil familias que en cuatro semanas sólo han recibido una caja roja con bolsas de 250 gramos de arroz, frijol, pasta para sopa, azúcar, medio litro de aceite y leche. No dan más al que no es militante”, dijo Nicolás Romero Carvallo, representante de los colonos de Playón Sur y activista de la Pastoral Social en la parroquia de San Pedro.
“Muchos hemos prometido afiliarnos al Revolucionario Institucional, con tal de que nos den comida”, reconoció Maritza Suárez, excluida de la ayuda oficial. Su esposo es invidente y ella no puede salir a trabajar pues el agua rodea su vivienda en la colonia El Guayoconal, sostenida por cuatro pilotes.
A 30 días de la inundación, sólo 80 de las cuatro mil personas que fueron desalojadas durante la contingencia siguen en un albergue de la comunidad El Jagüey.