Usted está aquí: martes 21 de octubre de 2008 Estados Este año han perecido 62 presos en amotinamientos

■ Se recrudece la pugna entre cárteles por el control de los penales

Este año han perecido 62 presos en amotinamientos

De los corresponsales

En 16 motines y 10 enfrentamientos ocurridos este año en prisiones de Baja California, Sinaloa, Morelos, Chihuahua, Zacatecas, Tabasco, Veracruz, Nuevo León y el estado de México han muerto 41 internos y aproximadamente 110 han resultado heridos.

Si se suman los 21 muertos de ayer en el penal de Reynosa, la cifra se eleva a 62 muertos.

El suceso más cruento de este año ha sido el de la penitenciaría de La Mesa, en Tijuana, Baja California, donde en dos revueltas (el 14 y 17 de septiembre) 26 reos perdieron la vida y 39 más resultaron heridos; siete fueron trasladados a penales de alta seguridad y dos celadores huyeron.

Veinte de los reos fueron acribillados por policías municipales, estatales y federales. Cuatro fueron quemados vivos por otros reclusos y dos fallecieron por golpes y heridas de arma blanca.

Los motines se iniciaron, según información extraoficial, a raíz de que cinco custodios asesinaron a golpes al reo Israel Márquez Blanco, de 19 años de edad, quien supuestamente tenía droga y un teléfono celular.

La Secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría de Justicia de Baja California coincidieron en que los amotinamientos se debieron a pugnas entre las bandas de Los Sureños y Los Paisas por la distribución de drogas en la prisión.

En Sinaloa han ocurrido 13 motines o riñas en los reclusorios de Culiacán y Mazatlán, con saldos de siete y cinco muertos, respectivamente, según la Secretaría de Seguridad Pública estatal.

Durante el sexenio del gobernador Jesús Aguilar Padilla, que se inició en 2005, unas 50 personas han sido asesinadas a balazos o con armas blancas en cárceles locales y 44 internos se han fugado. En el mismo periodo, el penal de Culiacán ha tenido ocho directores o encargados interinos.

El episodio de violencia más reciente en esa penitenciaría sucedió el viernes pasado: dos granadas de fragmentación explotaron en el módulo 5 e hirieron a 10 convictos. El motivo de la agresión, como el de la mayoría de las ocurridas en las penitenciarias de Sinaloa, es el control de la venta de drogas.

Los grupos en conflicto se identifican con el cártel de Sinaloa, que dirigen Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, o con sus enemigos, los hermanos Beltrán Leyva. Cuatro días antes, en la misma cárcel, dos reos murieron y siete resultaron lesionados durante un enfrentamiento a tiros entre dos grupos de reclusos.

En enero, en el penal mexiquense de Neza-Bordo, estado de México, donde se hacinan más de 3 mil internos, un intento de fuga derivó en un motín que dejó 12 custodios y 5 policías heridos.

La insurrección fue controlada por al menos mil 500 policías, que usaron bombas de gas lacrímógeno y desnudaron a los 3 mil convictos, por lo que el Congreso local pidió la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Tres meses después, en esa misma cátcel, ocurrió un amotinamiento de mujeres en rechazo a un reglamento más estricto.

El 7 de octubre en el penal de Topo Chico, en Monterrey, Nuevo León, 400 reos del fuero común intentaron linchar a unos 100 presos ligados al crimen organizado, a quienes acusaban de cobrar “cuotas de proteccion”.

El 30 de junio en el penal de Cieneguillas, Zacatecas, que alberga a 870 reos –65 por ciento del fuero federal–, el narcotraficante Alfredo Bañuelos Guzmán, El Carnitas, presunto primo de El Chapo Guzmán, murió apuñalado y siete reos fueron atacados y heridos por al menos 25 convictos, en una aparente disputa por el control de la prisión.

El 12 de octubre, el mismo grupo de reos, presuntos miembros del cártel del Golfo, habría intentado ejecutar a los 17 presos reconocidos como coordinadores de población del Cereso de Cieneguillas. El ataque provocó un motín que duró cuatro días.

Los internos del Centro de Readaptación Social del municipio de Xochitepec, Morelos, se amotinaron el 13 de mayo y retuvieron a la directora del penal, Reyna Rosales, en protesta porque policías realizaron un cateo sorpresa. Seis internos resultaron heridos.

El 24 de septiembre, también en ese reclusorio, conocido como Atlacholoaya, hubo un enfrentamiento en el que un reo fue ultimado. Familiares de los presos dijeron que se trató de una protesta por presuntos abusos.

El 3 de enero en el penal de Ciudad Juárez, Chihuahua, un reo murió y 20 resultaron heridos en una riña entre integrantes de las pandillas Los Aztecas y Artistas Asesinos, formadas por ex miembros de cuerpos de seguridad.

En el penal Las Palmas, municipio de Cárdenas, Tabasco, dos personas fueron lesionadas el 26 de septiembre en una revuelta, en protesta porque el interno Carlos Bautista fue enviado al reclusorio de Huimanguillo.

Antonio Heras, Javier Valdez, Rubicela Morelos, Rubén Villalpando, Alfredo Valadez, René Alberto López, René Ramón, David Carrizales y Andrés T. Morales

 
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