■ Sólo cinco han sido identificadas; calcinan al resto de los muertos
Matanza en el penal de Reynosa; 21 víctimas
■ Se investiga a 19 internos, a las autoridades y a custodios por la riña
■ Suspenden al director; dos evasiones de presos en menos de un mes
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Policías antimotines vigilan la aduana del penal de Reynosa, Tamaulipas, mientras se preparan para sofocar el motín que hasta ayer había dejado 21 muertos y 11 heridos
Foto: Reuters
Reynosa, Tamps., 20 de octubre. Un enfrentamiento entre presos por el control de la cárcel de esta ciudad dejó 21 muertos y 11 heridos. Sólo cinco de las victimas fueron identificadas de inmediato porque los demás cuerpos fueron apilados y quemados en una pira que los reos hicieron con cobijas y colchones antes de que entrara la policía.
Éste es el mismo penal del que el 9 de octubre se fugaron por la puerta principal 17 reos, acompañados de cuatro custodios.
A las 3:30 de la madrugada vecinos de la colonia Nuevo Renacimiento reportaron disparos en la cárcel. Momentos después se observaron llamas hasta de cuatro metros de alto en el módulo oriente.
Los bomberos ingresaron a las 4:50 horas e informaron que entre los escombros de los talleres de carpintería había restos de varias personas.
Durante la mañana los internos controlaron el penal, pues sólo ingresó un grupo de la policía especial de Tamaulipas. El secretario de Seguridad Pública estatal, José Ives Soberón Tijerina, reconoció que éste es el motín más sangriento que ha ocurrido en la entidad.
Pedro Benavides Benavides, director de penales del estado, fue acosado por familiares que exigían saber el número e identidades de los muertos. A las 11 de la mañana fuerzas federales ingresaron; mientras, la cifra de muertos y heridos iba en aumento. Hacia la una de la tarde las policías municipal y estatal recuperaron el control del penal con ayuda de al menos 200 soldados enviados por la octava Zona Militar, a las afueras de Reynosa.
Personal de la Procuraduría estatal dio fe de los cadáveres y actualizó la información del procurador interino, Manuel Miranda, quien dijo que había 16 muertos y 34 heridos.
A las tres de la tarde personal forense empezó a llevarse cadáveres y restos de incinerados en camionetas tipo Van que fueron perseguidas por familiares de los reos. Los cinco que no estaban quemados presentaban impactos de bala y heridas de objetos punzocortantes.
También se informó que 19 de los amotinados serán investigados como presuntos responsables, aunque no se descarta que el número de implicados aumente.
Cerca de las 4:30 de la tarde ingresaron unos 300 policías federales para apoyar a los militares y agentes estatales y municipales. En total, más de 600 uniformados recuperaron el control del centro penitenciario, que según cifras oficiales tiene capacidad para mil 200 presos, pero en él se aglomeran 2 mil 800.
Por la noche, junto con la lista de reos muertos, la Dirección de Reclusorios del estado dio a conocer la suspensión del director del penal, Carlos Hernandez Vega, así como de sus jefes de seguridad y todos los custodios, quienes podrían ser procesados.
Un mes antes de la evasión del 9 de octubre, en septiembre, seis presos huyeron en medio del silencio de las autoridades. Las investigaciones de ambas fugas siguen pendientes. Trascendió que ambos hechos estarían vinculados.
El 17 de mayo de 1991 fueron asesinados 17 presos de la banda de Elías García Olivares, El Profe, en el penal de Matamoros, por reos que comandaba el narcotraficante Oliverio Chavez Araujo; y en octubre de 1992 perecieron en el penal de Ciudad Victoria siete miembros de la banda de Fernando Balboa, La Pantera, quien disputaba el mando de la cárcel a Equiterio Gamboa.