Pulverizan alzas a los salarios
Todos los incrementos salariales otorgados a los trabajadores durante el presente año han quedado “pulverizados”, afirmó el Frente Sindical Mexicano (FSM). Advirtió que conforme se acerca el final de 2008 la caída del poder adquisitivo es más dramática por los incrementos que han experimentado unos 30 productos alimenticios de la canasta básica.
Los principales afectados son las familias de menores ingresos, las cuales destinan 63 por ciento de su salario a la alimentación y, en segundo término, al pago de transporte. Sin embargo, en rubros como educación, cultura y salud también se ha sufrido el efecto de la crisis.
Según el frente, los incrementos a los hidrocarburos han actuado como “bola de nieve” que encarece de manera generalizada los precios de los alimentos y servicios, por lo que los salarios en México han perdido poder de compra de manera consistente a lo largo de todo el año.
“Los aumentos a los salarios se han hecho polvo en todos los sectores laborales del país”, indicó el FSM. Añadió que se vislumbra una “cuesta de enero prolongada, que se iniciará aún antes de que concluya el año”.
Dependencia del exterior
Esto se agrava porque en los últimos años México ha sido incapaz de producir lo suficiente para abastecerse y se ha convertido en un país altamente vulnerable a los vaivenes del mercado; ejemplo de eso es que se adquiere del exterior la mitad del trigo, 25 por ciento del maíz y 75 por ciento del arroz.
Ello ha provocado que los trabajadores vean disminuidos sus salarios frente al aumento desmedido de 31 productos de consumo básico entre los que destacan pan blanco y de dulce, frijol, aceite, queso, pollo, carne y leche.
Puntualizó que actualmente, más de 24 millones de trabajadores perciben menos de tres salarios mínimos, mientras 3 millones 646 mil no perciben ingreso alguno; estos segmentos representan 64 por ciento de la población económicamente activa.
En tanto, los precios de los productos básicos han experimentado alzas de más de 48.5 por ciento, lo que se refleja en el desplome del poder adquisitivo. “Los gobernantes ignoran que los salarios que recibe la mayoría de los mexicanos son insuficientes para garantizar la subsistencia de los obreros y sus familias, y lejos de aplicar una estrategia que mitigue la debacle salarial, se mantiene la política de castigo a los trabajadores”, concluyó.