Reducción del consumo alimentario
Los incrementos al precio del huevo (60 por ciento) y de la carne de ave (47 por ciento) reflejan que México padece ya los efectos del alza de los precios internacionales de los granos que se dio hace unos meses, advirtió Adolfo Álvarez Macías, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El docente del Departamento de Producción Agrícola y Animal de la Unidad Xochimilco destacó que, de cara a la crisis mundial, urge contar con una política de seguridad alimentaria que considere la existencia de reservas estratégicas de alimentos como maíz y leche. No hacerlo, dijo, sería “someter la alimentación de un país a los vaivenes del mercado, lo cual es muy peligroso”.
Álvarez Macías destacó que la crisis financiera mundial ha ocasionado que se prendan las luces de alarma ante la posibilidad de una crisis alimentaria en el planeta. Por ahora, el incremento en los precios de los granos, que se ha acelerado de 2007 a la fecha, “ha tenido un impacto fuerte en la ganadería, ya que los productos forrajeros aumentaron entre 24 y 30 por ciento”.
Tal alza tuvo a su vez un impactó en el valor de productos como carne, leche y huevo, básicos en la alimentación, por lo cual se prevé que su consumo se reduzca entre la población más pobre. “Por cada incremento de 10 por ciento en la inflación alimentaria la población reduce 8 por ciento el consumo. Así que el impacto es claro y afecta principalmente a los sectores con menos recursos”, en los cuales se incluyen por al menos 50 millones de mexicanos.
En cuanto al ámbito internacional, el especialista destacó que el maíz ha experimentado un incremento de 50 por ciento en los últimos dos años: “México ha querido subsanar los efectos de estas alzas con la eliminación de aranceles, planteando la hipótesis de que en el mundo hay maíz y leche en forma abundante y barata, cuando la realidad no es así”.
El académico subrayó que, contrario a lo que las previsiones económicas plantearon en cuanto a que los precios internacionales de los granos irían a la baja, lo real es que “la inestabilidad de precios llegó para quedarse, por lo cual será difícil pronosticar las estrategias a desarrollar”.