■ El mundo editorial celebra la 60 edición de la Feria del Libro de Francfort
“Le Clézio marcará las nupcias literarias franco-mexicanas”
■ El Premio Nobel 2008 mantiene una vieja relación con el país, desde Alfonso Reyes hasta Juan Rulfo, dice Gustavo Guerrero, del sello Gallimard
■ El Salón Internacional del Libro, en París, oportunidad para las letras de México, afirma Jorge Chinchurreta, de la Caniem
Ampliar la imagen Módulo de la editorial Gallimard en el máximo encuentro editorial en el mundo Foto: Eva Usi
Francfort, 18 de octubre. En la tierra de Gutenberg, inventor de la imprenta de tipos móviles, el mundo editorial celebra la versión 60 de la Feria del Libro de Francfort, el encuentro internacional más importante de esa industria.
No hay calma en el módulo de la editorial francesa Gallimard, que posee los derechos internacionales de la obra del Premio Nobel de Literatura 2008, Jean-Marie Gustave Le Clézio.
“Desde que supimos la noticia empecé a recibir tres correos electrónicos por segundo; la reacción fue inmediata”, dice Anne Solange Noble, directora de derechos del sello Gallimard.
En Francfort muchas editoriales han manifestado interés por comprar los derechos de la obra del humanista cuya patria es la lengua francesa, pero que tiene un amplio mundo y es un declarado amante del México indígena.
“Es un autor excepcional que tiene una relación muy particular con México, que ha sido heredero de una vieja relación entre la literatura mexicana y la francesa que se remonta a Alfonso Reyes en los años 20, cuando llegó a París y conoció a Valéry Larbaud y a muchos escritores franceses, que después siguió con André Breton y los surrealistas en México, y luego por Antonin Artaud cuando vivió con los tarahumaras”, dice en conversación con La Jornada, Gustavo Guerrero, consejero literario para la lengua española de la casa Gallimard.
Paz, Pitol y Reyes
Le Clézio es visto como heredero de esa tradición que ha incorporado el mundo mexicano al imaginario francés. “Ha sido gran lector de Rulfo, a tal grado que cuando hicimos una nueva edición de El llano en llamas pensamos en él inmediatamente para que escribiera el prólogo, porque no solamente fue un admirador de Rulfo, sino que lo conoció personalmente, recorrió su mundo, fue a Guadalajara, a los Altos de Jalisco, conoció toda esa región, donde se desarrolla El llano en llamas. Es un hombre cuya obra es muy cercana a la de Rulfo, porque es literatura del desierto, del éxodo”, subraya Guerrero.
El asesor literario de Gallimard considera que el Nobel de Literatura 2008, quien habla perfectamente español, será la figura que marcará las nupcias literarias franco-mexicanas durante el Salón Internacional del Libro que se celebrará en marzo del próximo año en París y en el que la literatura mexicana será la primera de América Latina en asumir el papel de invitada especial.
Gallimard, fundada en 1911 y una de las editoriales líderes en Europa, afirma ser la que tiene el catálogo más completo de literatura mexicana en el viejo continente, que cuenta con la obra de una treintena de autores, desde Alfonso Reyes y Juan Rulfo, y otros importantes exponentes como Sergio Pitol, Alejandro Rossi, Octavio Paz y Carlos Fuentes, así como de representantes de jóvenes generaciones como Álvaro Enrigue y Mario Bellatín.
“Hay una verdadera expectativa con México; los autores que hemos publicado han sido recibidos muy bien por la crítica y por el público en general, pero uno de los efectos que buscamos en el salón parisino es llegar a más gente con una literatura extranjera que tiene siempre sus lectores en Francia, pero que tendría que extenderse para llegar al gran público”, afirma.
Preparativos de la Caniem
Consciente de la trascendencia que el gran encuentro en París tendrá para la industria editorial mexicana, sus representantes se preparan. “Vamos a tener un módulo de mil metros cuadrados donde habrá una librería, una gran exposición con la obra de la mayoría de los escritores mexicanos y creo que será como un parteaguas, porque además de que es el principio de las celebraciones del bicentenario y del centenario de la Revolución y de la Independencia de México, respectivamente, nunca había sido invitado a París un país latinoamericano, y que México sea el primero es para nosotros muy significativo”, afirma Jorge Chinchurreta Izaguirre, coordinador de actos internacionales de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem).
Chinchurreta Izaguirre adelanta que el diseño del módulo parisino es espectacular y que existe gran interés de los editores mexicanos en participar. “París será una gran oportunidad para abrir muchas puertas que no se habían tocado”, destaca, en alusión a que la industria editorial mexicana tiene mucho que hacer en el extranjero buscando la venta de derechos más que la compra.
“Se pueden traducir libros al chino o a cualquier otro idioma de Asia; en general la industria editorial mexicana compra derechos, pero considero que debemos ser vendedores más que compradores de derechos.
“El editor mexicano tiene que incursionar más en el extranjero, pero no sólo en el mundo de habla hispana, tiene que traducir libros”, concluye.