■ Familias que regresan de albergues reportan inundaciones de aguas negras en calles y casas
Persiste emergencia en 68 localidades de Tabasco, pese a menguar las lluvias
■ La situación mejora en Paraíso, Tacotalpa, Tenosique, Jalapa y Teapa; afectaciones mínimas
Ampliar la imagen Pobladores de Boquerón, ranchería ubicada en la parte baja de Tabasco, regresaron a sus viviendas, y dicen que mantendrán sus pertenencias en tarimas, por temor a perderlas ante nuevas inundaciones René Alberto López Foto: Foto
Ampliar la imagen Parque Tabasco, en Villahermosa, sigue habilitado como albergue para apoyar a las más de 20 mil personas provenientes de todas las comunidades afectadas por las lluvias y los desbordamientos de ríos René Alberto López Foto: Foto
Boquerón, Tab., 18 de octubre. “Las aguas negras estancadas no se quieren ir”, dicen los habitantes de esta comunidad del municipio de Centro –con cabecera en Villahermosa– cuando después de dos semanas de vivir en albergues regresan y encuentran sus casas y calles anegadas. Algunos viven con el temor de las “fuerte lluvias” de este mes.
La población se ubica a orillas del río Viejo Mezcalapa, pero no son los únicos. Del otro lado del cauce se localizan las rancherías Río Viejo y Miguel Hidalgo, donde muchas casas continúan anegadas pese a que las bombas de la Comisión Nacional del Agua y Petróleos Mexicanos llevan más de una semanas extrayendo líquido.
Aunque las lluvias comenzaron a golpear la entidad a partir del 21 de septiembre, el 29 de ese mes, ante el desbordamiento en sus partes bajas de algunos ríos como el Grijalva, Usumacinta, Sierra, Carrizal, Viejo Mezcalapa y las inundaciones golpeaban ya a miles de tabasqueños, la Secretaría de Gobernación declaró en emergencia a los primeros siete municipios del estado y esa misma semana a los 17 restantes.
No obstante que las lluvias comenzaron a disminuir su potencial el 4 de octubre, con lo que descendieron los niveles de los ríos, el municipio de Centro (Villahermosa), es uno de los que aún resiente los estragos de las inundaciones en 68 localidades que siguen “entre el agua”, principalmente las ubicadas a orillas del río viejo Mezcalapa.
En Boquerón, donde las corrientes del Viejo Mezcalapa inundaron viviendas y calles, sus habitantes dicen que el 28 de septiembre por la noche comenzó a entrar el agua a las casas, en algunas alcanzó 20 centímetros y en otras hasta un metro de altura. Más de dos semanas después el agua descendió y liberó muchas viviendas, pero otras siguen entre “aguas negras estancadas”.
Gilberto Gómez León lamenta la pérdida de cuatro hectáreas sembradas de papaya, melón y maíz, así como su criadero de tilapias. Las corrientes arrastraron 30 mil peces.
“Faltan las lluvias de octubre que son las más fuertes; el año pasado comenzó a llover el 28 de octubre y desde ese día el agua cubrió toda la comunidad, pero esta vez no bajaré mis cosas hasta que pase el mes”, expresó Olga Lidia López Sánchez, mientras señalaba dos refrigeradores, un colchón, un televisor y otros enseres que subió a una tarima.
Los vecinos Andrea López Córdova, Jesús Vidal, Dionisio López Sánchez y Margarita Hernández señalaron que nadie deesta zona ha recibido algún apoyo de las autoridades y exigieron cayucos (embarcaciones de madera) para salir en caso de que “el agua regrese”, además de que “se fumigue porque proliferan mosquitos y abundan las culebras y tarántulas”.
En la ranchería Río Viejo, todavía hay viviendas incomunicadas. La casa de la familia de Antonio Arias sigue cercada por el agua y sólo pueden salir a comprar sus víveres por medio de cayucos. En la zona se observa desolación, con casas y escuelas semisumergidas.
La ranchería Miguel Hidalgo y la colonia del mismo nombre también fueron afectadas por el Viejo Mezcalapa. Carlos Mario Carrera, que trasladó a su familia a casa de un familiar en Villahermosa, regresó a revisar su vivienda y se encontró con que “sigue en al agua, me robaron tres televisores y no tenemos luz desde hace una semana”.
Las lluvias también golpearon severamente al municipio de Macuspana, bordeado por el río Puxcatán, donde 112 localidades continúan con problemas, aunque sólo permanecen 429 personas en siete albergues.
La situación mejoró en los municipios de Paraíso, Tacotalpa, Tenosique, Jalapa y Teapa, en cuyos albergues ya no hay personas y las afectaciones en comunidades son mínimas.
Si embargo muchos pobladores siguen temerosos de las lluvias de este mes y “las que nos golpea el 2 de noviembre, Día de Todos los Santos, por eso es mejor mantener nuestras cositas en alto”, advierte Dionisio López Sánchez, desde la ranchería de Boquerón.