Usted está aquí: domingo 19 de octubre de 2008 Economía En plena crisis, Munich alberga la decimosexta Feria de los Millonarios

■ Varias asociaciones altermundistas se manifestaron para protestar por el acto

En plena crisis, Munich alberga la decimosexta Feria de los Millonarios

Afp

Ampliar la imagen Un hombre enciende un puro Golden Zeus, cubierto con oro puro, durante la feria de productos suntuosos que se lleva a cabo en Munich Un hombre enciende un puro Golden Zeus, cubierto con oro puro, durante la feria de productos suntuosos que se lleva a cabo en Munich Foto: Ap

Munich, 18 de octubre. En los tiempos de crisis que corren, la ciudad alemana de Munich acogía este fin de semana la decimosexta Feria de los Millonarios con mucha discreción, lejos de la extravagancia y el lujo de ediciones anteriores.

Antes de sus grandes citas anuales en Amsterdam, Moscú, Estambul y Shanghai, esta especie de supermercado itinerante de la opulencia llegó por primera vez a Alemania, instalándose en la rica capital bávara, no sin provocar algunas críticas. El jueves, poco antes de la inauguración de la feria, varias asociaciones altermundistas locales se manifestaron en contra.

Klass Simon Obma, el organizador de salón, hace caso omiso a las críticas. “Algunos nos reprochan que nos mostremos en tiempos de crisis financiera”, declaró. “Al contrario, la crisis nos ayuda: la gente está decepcionada por la crisis bursátil y les gustan de nuevo las cosas reales. Aquí presentamos productos de alta calidad y que estimulan a la industria”, concluye.

Obma espera que unos 20 mil personas visiten el acto hasta el domingo. Pero, pese al precio de entrada, asequible para una feria –39 euros por persona–, los visitantes eran pocos el viernes entre los cien expositores de productos de lujo instalados en 16 mil metros cuadrados.

Entre los fastuosos objetos que se pueden encontrar destacan un caddie de golf teledirigido, un piano que toca solo o la pantalla de televisión de alta definición más grande del mercado (103 pulgadas, es decir 2.62 metros cuadrados).

Pierre Siegling, de una empresa de artículos deportivos, reveló que las ventas son raras en el salón. “La gente viene aquí sobre todo para mirar y para ser vistos”, explicó. “Cuando están interesados, no preguntan el precio, les da igual”.

En el expositor de Audi, una joven pareja de origen ucraniano se hace una foto delante de un flamante R8. Una mujer rubia italiana, con un abrigo de pieles dice que se siente “un poco decepcionada”. En la feria, “hay de todo, pero sólo un poco de cada cosa. No hay la extravagancia que pensaba encontrar”, lamentó.

Su marido, un médico de Munich, pone mala cara delante del escaparate de una joyería. “En Munich, la cultura del lujo es antigua. No se necesita el brillo como en Rusia, donde los nuevos ricos tuvieron que ahorrar tanto que ahora compran todo lo que brilla”, advierte. “Los alemanes son envidiosos por naturaleza, y por eso no exhiben estas riquezas”, “incluso hay un poco de tacañería en la sociedad, también entre los millonarios”, añade.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.