■ Propone abrir Pemex al capital privado nacional y extranjero
Demanda el IMEF que el petróleo sea motor para aminorar la recesión
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Ante la crisis, la renta petrolera “debe invertirse en educación, investigación, desarrollo e infraestructura”, demandó el IMEF. La imagen fue captada afuera de la Catedral Metropolitana
Foto: archivo
Ante la crisis económica global, el crudo tiene que ser un importante motor para el crecimiento económico y su renta debe ser usada por el Estado mexicano para crear riqueza sustentable, por lo que Petróleos Mexicanos (Pemex) se debe transformar de organismo centralizado a empresa pública, con el mandato acotado y claro de maximizar la renta; debe estar controlada por el gobierno federal y abrirse a la incorporación de capital privado nacional y extranjero, señaló el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Destacó que para completar la reforma por aprobarse es indispensable que el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana también haga su aportación y se transforme, “se democratice y se concentre en velar por los intereses” de sus afiliados.
El IMEF apuntó en su postura sobre la iniciativa de reforma petrolera por aprobarse que los legisladores no consideraron que Pemex debe dejar de ser organismo centralizado y convertirse en empresa pública, con un mandato “acotado y claro” de maximizar la renta petrolera.
“Esta empresa debe ser controlada por el gobierno federal y debe abrirse a la incorporación de capital privado”, nacional y extranjero, abundó.
Según el IMEF, la participación de particulares debería permitirse en exploración, producción, refinación y distribución, “en un marco regulado por el Estado mexicano, creando una industria en la que a través de la competencia se genere un importante crecimiento económico para el país”.
Recomendó que la paraestatal tenga facultades para asociarse con empresas privadas con el fin de realizar tareas de exploración y explotación de yacimientos, por medio de contratos de incentivos, así como para la construcción y operación de refinerías en territorio nacional y para la construcción y operación de ductos y centros de almacenamiento.
Los ejecutivos de finanzas destacaron que ante la severidad de la crisis financiera mundial, el petróleo debe ser un importante motor de crecimiento económico nacional.
“La renta petrolera debe ser usada por el Ejecutivo para crear riqueza sustentable para ésta y las siguientes generaciones, por lo que debe invertirse en educación, investigación, desarrollo e infraestructura, no en gasto corriente.”
Consideraron que la definición de la política energética y la planeación deben ser función de una sola entidad de la administración pública federal, mientras el control de la industria petrolera tiene que estar en manos de otra, pero en ambos casos separadas de Pemex.
Y mientras esas dos entidades se ocupan de la política petrolera, la planeación y el control de la industria, señaló el IMEF, la paraestatal deberá ocuparse de convertirse en una empresa competitiva, que incluya en su diseño las características de firmas competidoras exitosas, como gobierno corporativo, orientación al cliente, capacidad de asociación, flexibilidad en su estructura de costos, marco fiscal similar al de su competencia, políticas de cuidado al medio ambiente, transparencia y rendición de cuentas.
“De acuerdo con las mejores prácticas de gobierno corporativo, Pemex y sus organismos subsidiarios deben tener un consejo de administración integrado por representantes del gobierno federal y consejeros profesionales que cuenten con experiencias complementarias en la industria petrolera, las finanzas y la administración de grandes empresas”, quienes, propone el IMEF, nombrarán al director general de Pemex.