■ El protagonista de Los ladrones viejos acusó a Everardo González de no haberle dado regalías
“Yo sí cumplí con El Carrizos; siempre supe con quién trataba”
■ Tiene la idea de que me hice millonario con el documental; la verdad es que casi ninguna película mexicana recupera su inversión, señaló el cinerrealizador en entrevista
La cinta siguió corriendo después de que ayer trascendió la detención del otrora Rey de los Zorreros, Efraín Alcaraz Montes de Oca, alias El Carrizos, protagonista del documental Los ladrones viejos, dirigido por Everardo González.
En la continuación de esta cinta, Alcaraz Montes señaló que no recibió regalías por su protagónico en Los ladrones viejos, a lo que el cinerrealizador responde vía telefónica: “Tenía muy claro que con quien negociaba y hacía la película era un ladrón; entonces tuve que entrar en los términos y códigos de quien por lo regular es ambicioso y codicioso; pero sí le otorgué una retribución económica por los derechos de su historia y de su imagen, no sólo a él, sino a todos los ladrones que aparecen en el documental”.
Esta extensión del documental fuera del celuloide tuvo lugar el pasado martes, en la sala de prensa de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, donde un reportero de televisión reconoció al famoso ladrón y le preguntó por qué había caído tan bajo si llegó hacer el Rey de los Zorreros, a lo que respondió: “me deberías de pagar por la entrevista”. El reportero le preguntó cuánto cobraba, y El Carrizos dijo: “Si son preguntas tan pendejas como las que me estás haciendo, gratis”.
Actor nato
La siguiente toma secuencia: el ladrón seduce a la cámara y se comporta como verdadero actor; minimiza el hurto perpetrado a un taller mecánico en la colonia La Pradera: “La verdad no tenía necesidad de seguir robando, aunque no me han dado nada de regalías por la película. La verdad me agarró un nuevo comandante que no me conocía, porque conozco a la mayoría de los aquí presentes”.
El testimonio de Everardo González a los comentarios de su actor estrella continúa la filmación de esta nueva secuencia: “Soy de la idea de que si a un director o a un guionista se le retribuye de manera conómica, también lo merece quien da la historia; finalmente son los intérpretes y tienen el argumento de la película.
“Con El Carrizos llegué a un acuerdo, pagué por los derechos de la historia y por que apareciera; lamentablemente hay este mito de que las películas generan mucho dinero. He recibido más llamadas ahora que detuvieron a El Carrizos que cuando se estrenó la película”, corte y queda.
El director se sumerge en esta nueva toma secuencia del guión, y dice: “La verdad es que los esquemas de producción son complejos y las políticas de distribución y de exhibición de las películas no consiguen generar ingresos para los productores. Tienen la idea de que me hice millonario con este documental, cuando la verdad es que casi ninguna película mexicana recupera su inversión. De cada peso que entra en taquilla, 13 por ciento, es decir 13 centavos, se reparte entre los coproductores del filme; al productor de la película no le llegan ni 0.5 centavos de cada peso.
“Él piensa que le debo dinero; así le sucedió a Francisco Vargas, director de El Violín, con el actor Ángel Tavira, quien también pensó que se hizo rico con la película, cuando no se conocen todos los problemas de distribución y exhibición de una cinta, además de la piratería. Mientras el exhibidor recibe más de 63 por ciento de los ingresos de una película mexicana, el productor nunca verá un centavo.”
Flashback: Everardo González recuerda: “De alguna forma ayudé a todos los ladrones que salen en la película. Específicamente con El Carrizos hice un convenio; como era la historia más sólida y es el protagonista, llegué a un arreglo que cumplí cabalmente. Los términos eran que le daría cierta cantidad por día; sus familiares me lo prestaron dos horas por cinco días cuando estaba preso en el Reclusorio Sur; el dinero no se lo di a él, sino a su familia.
Blockbuster por la piratería
“Tengo muy claro que me benefició hacer la película. La única manera que tuve en ese momento de sentirme bien conmigo mismo era retribuir económicamente a todos los protagonistas de la cinta.”
González concluye su participación en este documental de la vida real: “El Carrizos no sería la noticia que es en este momento sin su participación en la película. Me refiero a que el documental está en la colectividad de la gente, que se insertó como si hubiera sido un blockbuster mediante la piratería. Aunque uno sabe que no hará dinero, el impacto social que tuvo no se contabiliza pero importa, porque al final uno quiere que su cinta sea vista... Incluso, hace unos meses llegó un premio económico para Los ladrones viejos, y le mandé una cantidad a su familia”. La toma se queda.
El final de esta cinta no lineal tiene como colofón la reflexión de un policía al estar ante El Rey de los Zorreros: “A estos ladrones históricos se les debería dar luz verde, dejarlo libre al cabrón, porque si él deja de robar, le sucede los mismo que a los jubilados, se va a morir, porque la inactividad es como una enfermedad”. The end.