■ Es también mi homenaje a Juan Rulfo, comenta Eugenia León sobre su nuevo disco
“Puño de tierra, referencia a la vida, al éxtasis y a la agonía del amor”
■ No se trata de un álbum ranchero o de folclor mexicano, sino de una producción que expresa hoy, como ayer, la rebelión de un pueblo contra la pobreza y la muerte, afirma
Ampliar la imagen Eugenia León rescata temas de una época para interpretarlos sin artilugios ni glamur, sino con su propia esencia Foto: Adolfo Pérez Butrón
Puño de tierra es el título del nuevo disco de Eugenia León, en el que reflexiona –en el modo sencillo del habla popular– sobre nuestro paso por la vida, la conciencia de la muerte, el misterio de la existencia, sus simientes y derroteros, así como del éxtasis y la agonía del amor. La canción ranchera y norteña, el son jalisciense, el huapango y el canto cardenche en las texturas interpretativas de la cantante expresan, hoy como ayer, el desafío vital de los mexicanos, su rebelión ante la pobreza y la muerte, más allá de un México pintoresco y descriptivo; es un diálogo de la filosofía universal que habita especialmente en los sentimientos profundos que el idioma musical de nuestro país expresa de manera briosa y desgarrada.
Eugenia define a Puño de tierra como “el regreso a casa para interpretar estas canciones (14) de manera esencial, como en su época, sin artilugios; los arreglos son lo más fieles a su esencia, no tienen grandes cambios y, sobre todo, para interpretarlas con la entraña y el corazón. Es también mi homenaje a Juan Rulfo, quien en su obra dio voz a los campesinos, a los trabajadores y a los indígenas”.
Voz para los olvidados
La cantante agrega: “El hecho de releer la obra de Juan Rulfo me inspiró al mismo tiempo que ver películas del Indio Fernández, como Enamorada, que muestra una identidad sólida, un tiempo en el que se podía hablar de una historia, de un país con ideales, que todavía tenía esperanza. Con todo eso quise hacer una mezcla y volver a la esencia, a esa sencillez compleja como la forma de narrar cómo somos, dar voz también a personajes que de alguna manera han estado olvidados toda la vida, a los campesinos, a los indígenas... o sea, a la mayoría de la población de México, que Rulfo convierte en el principal protagonista de su obra. Estas canciones también dan voz a esos personajes; por eso este álbum no tiene mucho glamur o arreglos muy elaborados; lo canté de una manera diferente respecto de otros discos”.
La cantante precisó que “no se trata de un álbum ranchero o de folclor mexicano, sino de una producción que hace referencia a la vida, a la conciencia de la muerte, el misterio, la existencia, el éxtasis y la agonía del amor”.
Puño de tierra es el álbum número 25 de Eugenia León y el octavo que realiza de manera independiente. Aclaró que no lo grabó para mostrar a las nuevas generaciones lo que significa la música tradicional mexicana y reiteró: “No es un disco con moños, sarapes ni bolsitas de bondad, sino uno que relata las historias del pueblo. Se expresa hoy, como ayer, el desafío vital de los mexicanos, su rebelión ante la pobreza y la muerte: más allá de un México pintoresco y descriptivo, es un diálogo de la filosofía universal que habita en los sentimientos profundos del idioma”.
La gama musical e instrumental de Puño de tierra es un encuentro entre guitarrón, vihuela, guitarra acústica, contrabajo, trompetas de mariachi, violín, acordeón y piano, con arreglos de Chucho Ferrer, Ernesto Anaya, Cris Lobo y Omar López.
Eugenia racapitula la fusión entre música, cine y literatura: “Ha sublimado algunos de los procesos históricos del país, no hay nada más emocionante que ver a Emilio Indio Fernández en Enamorada o Los de abajo. Tantas películas que fueron, por lo menos en mi memoria, una identidad sólida, donde había ideales, donde se podía hablar de la historia de México y del país con una idea de esperanza, donde hablar de que esas gestas históricas habían tenido una razón de ser: tener un mejor país”.
Canciones que son parte de la historia
Precisa: “Este disco es una recopilación de canciones, como La cautela, del siglo XIX, que tuvo gran representatividad durante la Revolución Mexicana. Son temas que tienen historia; hablamos de la época que abarca de 1910 a 1950, en la que Cuco Sánchez, Tomás Méndez, Chucho Monge, Ernesto Anaya... comparten canciones que hoy son parte de nuestra historia. Lo interesante de este repertorio es cómo se conformó y se unió una canción con otra, y tenemos un mapa musical donde está la norteña, del Bajío... no es un mapa que comparte sólo lo musical, sino temas como la migración, el destino, la muerte, el arraigo a la tierra de quienes la tienen que abandonar”.
Acerca del título dice: “Se llama Puño de tierra porque la tierra le da esencia a México por su cultura, es a la que nos llevarán cuando estemos muertos; la tierra como madre, lápida, camino, porque somos un país que se ha vuelto migrante no sólo hacia los Estados Unidos”.
Las canciones que conforman la compilación son: Dos palomas a volar, Los magueyes, Rumor de fuego, Échame a mí la culpa, Cartas marcadas, El gusto, Mi gusto es, Rumor de piedra, Cucurrucucú paloma, Un puño de tierra, La cautela, Sol redondo y Rumor de tierra. La fotografía que se muestra en Puño de tierra estuvo a cargo de Adolfo Pérez Butrón en locaciones de Mineral de Pozos, Guanajuato, pueblo minero de la época de la Colonia. Se acompaña por la obra plástica de la pintora Cecilia García Amaro.
Eugenia León hizo dueto en Cartas marcadas y Un puño de tierra con Eliseo Robles, mientras Vanessa Bauche, Jesusa Rodríguez, Liliana Felipe, Alejandra Robles, Los Folkloristas y María Inés Ochoa participan en los coros. Además reveló que tres temas en paticular, La cautela, Échame a mi la culpa y Dos palomas a volar, fueron sugeridos por su amigo, el escritor Carlos Monsiváis. La cita para oír en vivo Puño de tierra es el 15 de noviembre próximo, en el teatro Metropólitan de esta ciudad, además, claro, de sus sonados éxitos.