■ El fotógrafo abre en el Carrillo Gil una muestra como parte de su retrospectiva Herejías
Los tiempos de la burocracia no coinciden con los de las nuevas tecnologías: Meyer
■ Vivimos una época donde el ciclo de innovación, reflexión y cambios es muy vertiginoso, dice a La Jornada
■ Exhibe su quehacer de medio siglo, de manera simultánea, en 64 museos del mundo
Ampliar la imagen Pedro Meyer, pionero de la fotografía digital, en su casa de Coyoacán, durante la entrevista con La Jornada Foto: Carlos Cisneros
En tan sólo tres meses el fotógrafo Pedro Meyer habrá dado a conocer su retrospectiva Herejías en más de 60 museos de prácticamente todo el mundo. Si hubiera desarrollado el proyecto de la manera tradicional y sin el apoyo de la tecnología actual, la exposición habría tardado 14 años en completar su itinerancia por los espacios que ahora la albergan, asegura el artista.
“Vivimos en un tiempo donde el ciclo de innovación, reflexión y cambios es muy rápido. Los tiempos de la burocracia son totalmente incompatibles con los de las nuevas tecnologías”, explica en entrevista con La Jornada.
Pionero de la fotografía digital, Meyer agrega que Herejías, “si bien cuenta con el apoyo del Centro de la Imagen y el Centro Nacional de las Artes, se desarrolla desde fuera. Si hubiera dejado el proyecto dentro de esa estructura, nunca lo hubiéramos logrado, así de sencillo.
“Dentro de una burocracia nunca habrían sido posibles todas las cosas que hicimos para concretar el proyecto. Esos apoyos deben ser un complemento, que ayuden, no que estorben, eso sí se logró.
“Por eso la muestra se mueve en muchas direcciones de reflexión: en cómo hacer proyectos, qué hacer con ellos, cómo distribuirlos, cómo trabajan las exposiciones, al tiempo que uso mi propio trabajo en ese proyecto.”
La semilla de la duda
Herejías da cuenta del trabajo que Pedro Meyer ha realizado durante medio siglo. Cada espacio, incluyendo galerías virtuales que se pueden consultar en la página de Internet del fotógrafo (www.pedromeyer.com), presenta una colección diferente.
En total, se contó con la participación de 21 curadores que seleccionaron mil 600 imágenes. Pero hay más: si las propuestas hechas por esos especialistas no son del todo satisfactorias para el público que decide acercarse a la obra de Meyer, en la web se encuentran todas las imágenes que ha tomado, unas 300 mil, para que cada quien mire lo que guste.
“Herejías, desde el punto de vista curatorial, no tiene una sola voz dominante”, continúa el fotógrafo, a quien siempre le pareció “muy conflictivo” que hubiera una sola persona eligiendo la colección de obra que se debía ver en una exposición.
“¿Por qué un curador me va a determinar para siempre cómo soy o qué intereses tengo? No por estar en desacuerdo, sino porque se trata de un punto de vista subjetivo. Lo que debemos entender es que cualquier curaduría es subjetiva y, por tanto, no es lapidaria; es el enunciado, a veces más interesante, otras menos, de una sola persona.
“Lo que quiero es sembrar la semilla de la duda, que se tome en cuenta que hay un montón de formas de mirar una obra.
“Herejías está en 64 museos al mismo tiempo, pero el número no es lo determinante del concepto. Lo interesante es que está en espacios grandes o pequeños, por ejemplo en un recinto de un país musulmán que tiene una serie de preocupaciones muy distintas que la de uno en el Distrito Federal, pues allá no se exhiben desnudos en lugares públicos, sin embargo, alguien en Pakistán puede meterse a la página de Internet y ver una galería donde sí están.
“Entonces, resulta que tienes la posibilidad de ir intercalando las diferentes alternativas y versiones de las cosas. El proyecto cuenta con un libro, que no es un catálogo de la exposición, porque no hay una que sea igual a la otra: todas son distintas, por eso el libro es una exposición por sí mismo.”
Constelación de opciones
Así como cualquier persona puede visitar las galerías en línea o bajar fotografías a un iPod, también se puede descargar por completo el libro Herejías.
Se trata, concluye el fotógrafo, de toda una constelación de opciones en función de las expectativas del espectador.
Con ese espíritu, Meyer echó a andar una fundación para impulsar proyectos “que dentro de un contexto oficial no se podrían hacer”.
Como parte de la muestra retrospectiva Herejías, este miércoles a las 20 horas se inaugura en el Museo de Arte Carrillo Gil (avenida Revolución 1608, San Ángel) la exposición Autorretratos, de Pedro Meyer, la cual se presentará en La Caja Museo de Arte Contemporáneo de Martha Papadimitriou, galería miniatura que propone un acercamiento a la intimidad del artista mediante 40 fotografías (en una escala de uno por 10) que los visitantes necesitarán observar muy de cerca para apreciar los detalles.