■ Según resultados preliminares, con 138 curules no logra mayoría absoluta del Congreso

Gana el Partido Conservador del premier Stephen Harper los comicios en Canadá

■ El líder liberal Stéphane Dion, el gran derrotado con 73 asientos; el Bloque Quebequense, 47

Afp, Dpa y Reuters

Ottawa, 14 de octubre. El Partido Conservador del primer ministro canadiense Stephen Harper se imponía esta noche en las elecciones legislativas celebradas este martes, que tuvieron como fondo la crisis económica mundial, aunque según los primeros resultados preliminares no consiguió obtener la mayoría absoluta en el Parlamento.

El líder conservador necesitaba al menos 155 asientos en el Parlamento para gozar de mayoría en el gobierno.

Después del conteo de dos tercios de los distritos electorales, los opositores liberales sufrieron fuertes pérdidas.

Según resultados preliminares, de un total de 308 escaños, los conservadores ganaron 138 y los liberales sólo 73. El Bloque Quebequense, que busca la independencia del sector francófono del país, permaneció estable con al menos 47 mandatos. Los socialdemócratas del nuevo Partido Democrático aumentaron su votación y lograron 33 escaños.

Al cierre de esta edición, Harper no se había pronunciado sobre esta victoria que le otorgaba los primeros resultados oficiales y le pronosticaban las encuestas.

A pesar de que los conservadores necesitarán negociar para lograr la aprobación de sus propuestas en el Congreso, miles de personas se congregaron frente al cuartel general de la campaña de Harper en Calgary para celebrar la victoria electoral.

Según varios analistas políticos de medios de comunicación canadienses, el mal resultado electoral pondrá en entredicho el liderazgo del jefe del Partido Liberal, Stéphane Dion.

Harper convocó las elecciones anticipadas hace cinco semanas ante un alza de su popularidad, porque esperaba conseguir una mayoría más estable.

El político de 49 años gobierna con un gabinete ministerial de minoría. Fue la tercera elección en cuatro años en el segundo país mas grande del planeta.

De esta forma, Canadá es la primera potencia del Grupo de los Ocho (G-8) que elige un nuevo gobierno en medio de la crisis financiera global.

Favoritos para ganar las legislativas anticipadas, los conservadores se vieron afectados por las preocupaciones desatadas con la caída de las bolsas, que los expertos señalaron como elemento probable que impediría a Harper obtener la ansiada mayoría absoluta para aprobar los presupuestos federales y su programa legislativo sin depender de otros partidos.

Cerca de 23.4 millones de canadienses estuvieron convocados a emitir su voto; al cierre de edición no había informes sobre el índice de participación, aunque alrededor de un millón 500 mil sufragaron de forma anticipada.

Dion, un francófono que no habla bien inglés, tuvo la difícil tarea de vender su plan de un impuesto de carbono para combatir el cambio climático, en un momento de precios relativamente altos de la energía, iniciativa que fue acompañada por recortes de los impuestos a las ganancias y subsidios de los pobres.

Dion fue nombrado líder de los liberales en diciembre de 2006 y ante este virtual fracaso electoral, líderes políticos estiman que el partido deberá decidir si busca a un remplazante.

Harper ofreció a los canadienses sólo modestas deducciones impositivas e iniciativas de gastos, al argumentar que una mano firme permitiría al país de la hoja de maple atravesar la turbulencia que sacudió los mercados mundiales.

Las encuestas favorecían al primer ministro al comienzo de la campaña, pero un grave error de apreciación cometido por Harper provocó que su popularidad disminuyera. Durante un debate declaró que los canadienses no estaban preocupados respecto de su trabajo o de sus hipotecas, sino por sus inversiones, lo que le originó una baja en las encuestas.