Estallan dos granadas frente a la SSP de Jalisco
Guadalajara, Jal., 12 de octubre. Al menos dos granadas de fragmentación estallaron alrededor de las 11 de la noche frente al edificio de la Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco (SSPJ), en la avenida 16 de Septiembre, en pleno centro de Guadalajara. Tres transeúntes resultaron heridos.
La policía de Guadalajara, en coordinación con la Policía Estatal, instaló un cerco en el primer cuadro de la ciudad, pero al cierre de esta edición no había detenidos. En el municipio de Tonalá fue incendiado un taxi a las afueras de la Academia de Policía.
El miércoles pasado, en Lagos de Moreno, presuntos integrantes de Los Zetas acribillaron a cinco policías e hirieron a cinco personas. En el ataque se hicieron más de 800 disparos y se usaron nueve granadas. El atentado ocurrió 24 horas después que el gobernador Emilio González Márquez declaró a una televisora local que en Jalisco “le vamos a partir la madre a los narcos”.
Al parecer las granadas de anoche fueron arrojadas desde dos vehículos, aunque existen versiones encontradas sobre sus características. Se habla de una camioneta Suburban y de una Silverado, pero también se dice que se usaron dos taxis en el atentado.
El director de la policía de Guadalajara, Macedonio Tamez Guajardo, afirmó que una de las granadas, que cayó en una mueblería ubicada frente a la SSPJ, lesionó a uno de los delincuentes, ya que en un taxi abandonado a dos cuadras del atentado se halló ropa manchada de sangre.
La onda expansiva rompió vidrios de la SSPJ y de negocios cercanos a la catedral metropolitana y al palacio de gobierno. Los vidrios rodos quedaron esparcidos en la avenida 16 de Septiembre.
Tamez Guajardo también confirmó que minutos después hubo otra explosión frente a la sede de la Academia de Policía del Estado, en el municipio de Tonalá, donde un taxi fue incendiado y se consumió.
Este domingo, con motivo de la romería matutina que reunió a un millón 800 mil personas para llevar la imagen de la virgen de Zapopan desde catedral hasta la basílica, se acuarteló prácticamente a todos los policías municipales de la zona metropolitana y a los estatales, en previsión de un atentado, luego de los hechos ocurridos el 15 de septiembre en Morelia.
Al momento de las explosiones, la mayoría de los elementos ya había terminado su acuartelamiento.