■ Informe destaca los vejámenes y abusos físicos al laureado periodista Mohammed Omer
Alerta ONU del maltrato israelí a periodistas que informan sobre la ocupación de Palestina
Ampliar la imagen Un israelí se manifiesta en contra de la comunidad árabe de Acre, donde ayer hubo choques interétnicos Foto: Ap
Nueva York, 10 de octubre. El gobierno israelí trata con mano dura a los periodistas que informan de la ocupación militar de territorio palestino, alertó la Organización de Naciones Unidas (ONU) en un nuevo informe sobre la situación de los derechos humanos en esa zona.
El estudio de 20 páginas, que se presentará ante la 63 sesión de la Asamblea General de la ONU ahora en curso, destaca el maltrato sufrido por Mohammed Omer, premiado colaborador de Ips y otros medios de prensa en Gaza.
En junio, cuando regresaba de Europa a su casa en Rafah, en el sur de la franja de Gaza, Omer fue desnudado, interrogado y golpeado por funcionarios de seguridad en un puesto de control israelí en la frontera entre Jordania y el territorio palestino de Cisjordania.
Este periodista de 24 años venía de recibir en Londres el premio Martha Gellhorn 2008 por “exhibir coraje y destreza en la cobertura de zonas de guerra”. El galardón fue compartido con otro corresponsal de Ips, Dahr Jamail.
Omer está convencido de que el brutal maltrato que recibió corrió por cuenta de personal del Shin Bet (servicios de seguridad israelíes), indica el informe de la ONU, realizada por el relator especial sobre los derechos humanos en Palestina, Richard Falk.
Los agentes de seguridad “eran totalmente conscientes de que él había recibido el premio Gellhorn mientras estuvo en el exterior, e intentaron confiscar el dinero del premio, pero se vieron frustrados porque había sido depositado en una cuenta bancaria”, por lo que no lo tenía consigo.
Antes de su viaje de Gaza a Europa, Omer se había asegurado de que diplomáticos holandeses le escoltarían a su regreso. Pero estos funcionarios llegaron tarde al puesto de frontera Allenby, donde Omer fue interrogado y golpeado hasta quedar inconsciente.
Según el testimonio de Omer, un oficial israelí que vestía uniforme policial lo obligó a desnudarse. Fue inmovilizado sobre el piso con una bota en su cuello. Relató que colapsó durante el interrogatorio, y que volvió en sí porque le estaban abriendo los párpados por la fuerza. Luego, sujetado por los pies, fue arrastrado por el piso por funcionarios del Shin Bet.
Omer fue llevado en ambulancia desde el cruce de Allenby hasta el hospital de Jericó, en Cisjordania, donde estuvo unas horas. Desde allí fue transferido a Gaza.
Una nota de la Oficina de Prensa del gobierno de Israel desacreditó el relato de Omer sobre abusos físicos por funcionarios israelíes. “En contradicción con sus alegatos, el reclamante en ningún momento fue sometido a violencia física o mental”, señaló. Pero técnicos de la Sociedad de la Medialuna Roja Palestina determinaron: “Observamos marcas de dedos sobre el cuello y el pecho.”
El Hospital Europeo de Gaza, dependiente del Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina, incluye una nota posterior a las revisaciones practicadas a Omer: “Se halló equimosis (decoloramiento causado por sangrado interno causado por contusiones) en la parte superior de la pared torácica”.
Tras el ataque, organizaciones internacionales de defensa de la libertad de prensa, como el Comité para la Protección de los Periodistas, y Reporteros Sin Fronteras, exigieron una investigación pública inmediata del episodio. El embajador holandés en Ginebra garantizó a Falk que el incidente se está tomando de modo “extremadamente serio” y que pretende una explicación del gobierno de Israel.
Pero en momentos en que trasciende el informe de la ONU, Tel Aviv no ha respondido a las peticiones de explicaciones. Según Falk, el infortunado incidente “no puede considerarse accidente o anomalía a manos de personal de seguridad israelí indisciplinado”.
“El trato al señor Omer parece haber estado motivado por indignación israelí en torno al reconocimiento internacional de su trabajo, sobre la ocupación de Gaza, de su disposición a divulgarlo en el exterior y su dedicación e intención de continuar en el rol profesional de dar testimonio de los excesos de la ocupación” israelí, agregó.
Falk también destacó que todos los palestinos están sujetos a acoso arbitrario y abusos en las fronteras y puestos militares, “aunque la hostilidad hacia los periodistas parece particularmente severa”.